Un mail te puede alegrar el día. Y es que nos hemos enterado, gracias a una información de la marca de juguetes eróticos Lelo, de ciertas curiosidades sobre el pene que desconocíamos. Entre ellas, que lo que ves es solo la mitad de lo que tienes. Aquí van cuatro datos muy interesantes. El primero te va a encantar. El último te va a acojonar.
Empecemos por lo que importa: el tamaño. Sí, no lo neguemos, digan lo que digan, nos importa. Y aquí es donde vienen las buenas noticias: gastas el doble de talla de lo que crees. Porque, al igual que el clitorix, el pene también tiene una parte interna y el principio de este órgano está cerca de la próstata. Y no es una parte cualquiera: es el 50% de su longitud total. Enhorabuena.
No es un músculo. Te habrás cansado de escuchar que el pene es un músculo. Pues, al parecer, no puede considerarse como tal. Cierto es que su cara interior esconde algunos tejidos musculares que intervienen en la erección o la eyaculación, pero el pene, por sí mismo, no puede considerarse un músculo.
Tiene vida propia. Sí, el típico dicho de que piensa por si mismo tiene más veracidad de la que crees. Esto se debe a que responde al sistema nervioso simpático que no está siempre bajo control consciente, de ahí que a veces vaya “a su bola”. Es por esto por lo que se producen erecciones en situaciones no propicias.
Se puede partir. Aunque el pene no tiene hueso, puede romperse y de hecho le ha sucedido a uno de cada 100.000 hombres, normalmente por prácticas sexuales demasiado agresivas. Y es que la capa fibrosa que envuelve la estructura del pene, llamada túnica albugínea, puede fracturarse. En el caso de que te sucediera, Dios no lo quiera, que sepas que el 92% de los casos tienen arreglo.
FUENTE: Mens Health