1. Todos los gays aman ir de compras

Los gays no amamos ir de compras, bueno no todos los gays. Hay una tendencia comercial que enaltece el consumo por parte de este grupo social, pero esto es una simple generalización. Como entre los heterosexuales, entre los homosexuales hay quienes gustan de gastar su dinero en ropa, zapatos y accesorios, y hay a quienes de hecho, detestan gastar en este tipo de artículos y lo consideran un desperdicio de recursos, tiempo y planeación.

Lo que los gays sí hacemos es comprar mejor, estudios han revelado que consumimos más educación, viajes y cultura. También somos más exigentes y muy sensibles, por lo que las marcas se preocupan cada vez más de no "regarla" con nosotros; tenemos el caso Barilla, Nintendo o hastaCoca-Cola.

2. Todos los gays bailan muy bien

No. La gente suele relacionar a todos los gays con los hombres afeminados que, a diferencia de la mayoría de los hombres heterosexuales, les gusta bailar. Aunque no tiene nada de malo ser afeminado y mucho menos saber bailar, no a todos los gays les gusta bailar. Algunos ni siquiera saben hacerlo.

Lo peor es que nos hagan sentir como su “comodín de baile”; es fastidioso que algunas mujeres al no encontrar en sus parejas varones al bailarín más dispuesto, busquen en su primo o amigo gay a la pareja de baile de "repuesto". A los hombres homosexuales les gusta bailar tanto como a los heterosexuales, si quieres bailar con ellos pregunta y respeta cuando te digan: "No, gracias".

3. Todos los gays quieren ser mujeres

¡Que idiotez! No se necesita de un nivel intelectual muy elevado para entender que los gays no quieren ser mujeres. Mucha gente piensa que los homosexuales buscan convertirse en mujeres porque les gusta ser penetrados; les tenemos una noticia, no a todos los gays les gusta ser penetrados. A los gays que les gusta ser penetrados se les conoce como "pasivos", pero también hay a los que sólo les gusta penetrar, mejor conocidos como "activos", y hay quienes les gusta ambas posiciones, esos son los "inter". Ahora bien, los "pasivos" no quieren ser mujeres, son hombres que les gusta ser penetrados por otros hombres. Si te resistes a comprender este hecho no hay como ayudarte.

Ahora bien, hay personas que piensan que a todos los gays les gusta vestirse de mujer o incluso quisieran transformar su cuerpo para ser mujeres. No, estas son cosas muy diferentes y respetables pues representan la diversidad sexual de la humanidad. Los travestis son hombres que se visten con ropa destinada al sexo femenino, algunos son gays, otros son heterosexuales. Luego, los transexuales son personas con disforia de género, esta condición hace que se identifiquen con el género diferente al que nacieron, no es que "quieran ser mujeres", es que lo son, pero por una contradicción genética deben emprender ellos mismos su transformación.

4. Todos los gays cuidan mucho su imagen

El estereotipo más "vendido" del gay actual, es aquel hombre que cuida su imagen con empeño. Asiste religiosamente al gimnasio, se somete a una dieta balanceada, usa todo tipo de cremas y cosméticos para cuidar su piel, tienen combinaciones de ropa perfectas guardadas en sus clósets y, casi casi, no se "echan pedos".

No todos los gays somos así, de hecho se inventó el término "metrosexual" para incluir a los hombres que se cuidan mucho, sean gays o heterosexuales. Hay gays menos preocupados por sus aspectos físicos de los que imaginas y hay otros que si bien cuidan su imagen, no es precisamente por pulcritud o sentido de la moda. Por ejemplo, los osos, son gorditos y con mucho vello, así son guapísimos, pero muchos opinarían que difieren con esta imagen del gay metrosexual.

5. Todos los gays quieren tener sexo con niños

No mezclen tequila con chela, les puede caer mal. Esta es muy fácil, vamos a ver si la entienden. Los homosexuales son hombres que sienten atracción sexual hacía otros hombres, adultos. Los niños y niñas no son hombres adultos, parece obvio pero muchos no logran ver la diferencia.

A las personas que buscan tener sexo con niños se les llama “pederastas” o “pedófilos”, depende el contexto; estas prácticas sexuales están condenadas por la ley pues violan los derechos humanos de los menores al no permitir su pleno desarrollo. Los gays no somos pedófilos ni pederastas, de hecho la preferencia sexual no juega un papel importante en este tipo de abusos.