TEBAS LAND: El encierro donde convergen la libertad y la intimidad





Con la llegada de la pandemia, vimos cómo nuestras vidas cambiaron para siempre, desde el modo en que convivíamos en los diferentes espacios en que nos movemos, hasta ver delimitadas nuestras actividades y la libertad, que se entendía como un encierro en el que cuatro paredes significaban tanto un alivio como un estrés latente a la cotidianidad. Involuntariamente nos tuvimos que adaptar a este nuevo modo de vida, pero qué pasa cuando esta es la realidad de muchas personas en una prisión, donde no se cuenta con ninguna comodidad casera y las oportunidades son cada vez menores.

Apenas entrar al Foro Shakespeare, nos encontramos con la ambientación que nos transporta inmediatamente a un entorno sombrío y que nos mantiene en la incógnita entre la relación de la sinopsis y lo visual, siendo importantes al momento de ir formando un criterio que rápidamente encuentra un camino al dar inicio, cuando el director nos da la bienvenida y dándonos un contexto sobre lo que veremos y cómo nos conducirán por un ideario de la libertad y el encierro en una delimitada cancha de basket ball que por sí misma ya nos cuenta y sitúa en un ánimo de atención.

Conocemos la historia de Martín, un joven de difícil vida que cometiera un parricidio, detonante de una serie de elementos que llamaran la atención de M, un director teatral en busca de su nuevo proyecto que hará lo necesario por ahondar más en esta historia y conocer qué lo llevó a tal acción que le mantiene en la cárcel, esto en una conjunción de analogías con el famoso relato de Edipo y cómo podría entenderse desde otras aristas de percepción más humana y no tan crítica.

A su vez, somos parte de los límites que se verán trastocados en aquella relación al ir compartiendo anécdotas y tiempo, siendo así un doble relato narrativo en escena donde veremos intercalarse los encuentros reales con la preparación del montaje que al momento estamos viendo. Presentan un dinamismo que no da pie a la distracción e invita a fungir como un espectador voyeurista que entenderá las motivaciones de cada personaje y le acompañará a cada palabra.

Tebas Land presenta un gran trabajo conjunto entre la dirección, la escenografía, el entendimiento y adaptación de guion y las actuaciones tan comprometidas que nos hacen aseverar la veracidad de la obra, entrando en la convención sin dudar del trasfondo, o el gran ingenio de Sergio Blanco, dramaturgo franco-uruguayo que en 2012 le diera vida a una historia tan íntima como universal que ha llegado a adaptarse a contextos socioculturales en Argentina, Alemania, Francia, Chile o Inglaterra y que fuera acreedora al Premio Off West End a mejor producción del año en Londres.

Aquí se recurre al lado más humano del espectador, pero sin pretender justificar los actos cometidos antes, tenemos aquella necesidad de afecto y de socialización como eje principal para definir el camino a recorrer en la obra, además de tomar la reinserción social para explorar vertientes del mismo constructo. Mauricio García Lozano como director y actor, y Manuel Cruz Vivas en su doble papel son una gran y efectiva mancuerna en este montaje.

Tebas Land se encuentra ya en cartelera del Foro Shakespeare los días viernes a las 20:00, los sábados a las 17:30 y 20:00 y domingos a las 17:00h. No te la pierdas.

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Por Gualberto Ortiz para Boy4ME



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