Con pasados montajes en 2010 y 2015, regresó esta divertida comedia que ha cautivado y generado positivas reacciones en el público, sobre todo por la ingeniosa manera en que se estructura la historia, donde tenemos tres obras que funcionan como fragmentos de un todo y a la vez, son relatos de libre disfrute independiente.
Se concibió como una comedia teatral en 1973 a manos de Alan Ayckbourn, para posteriormente cambiar al formato de serie televisiva, añadiendo mayor énfasis en los detalles y ambientación, siempre como un producto de una época que ahora resulta distante, sin embargo, el acierto es precisamente mantener la esencia y las referencias tales que nos sitúen a la perfección en una atemporalidad anecdótica, claro que con sus ligeras adecuaciones para mantener al espectador con el interés suficiente para sentirse parte de la familia que protagoniza la obra.
Sólo quiero hacerte feliz ahonda en la identificación que trae la convivencia con la familia, aquellos roces que generan los malos entendidos o los secretos que tarde o temprano salen a la luz, aquellas nuevas interacciones en pro de nuevos horizontes por explorar, y es que si bien el título original es Las conquistas de Norman, va mucho más allá con la psicología que define a cada personaje y los motivos que dibujan sus posturas y formas de proceder, mismas que se mantienen en todo momento por el trabajo de un equipo comprometido en mostrarnos a una familia que pareciera conocemos de toda la vida.
Compuesta de 3 obras, hay una historia que transcurre en un fin de semana en Cuautla, Morelos que se cuenta desde la perspectiva de El jardín, La sala y El comedor en donde cada espacio ofrece un producto disfrutable e independiente, pero que sin duda se enriquece por las otras anécdotas y pequeños detalles que les conectan, siendo así hasta el vestuario tan importante como necesario para situarnos y entender aún más las desdichas de Ana, Mauricio, Sara, Neto, Raquel y Rey perfectamente personificados por Mariana Garza, Pablo Perroni, Mariana Gajá, Mario Alberto Monroy, Yuriria Del Valle y Carlos Rangel.
Esta obra es el mejor ejemplo de lo que ocurre cuando el elenco trabaja en armonía y en la mancuerna idónea para hacer feliz al público, pues saben cuál es su papel y lo que el otro requiere para hacer un conjunto que en ningún momento se entibia, pues el dinamismo actoral que traza la dirección mantiene al espectador con total atención para ir hilando las vertientes hilarantes en una sincronía resultante del ojo de Juan Ríos Cantú, quien da muestra del talento que le caracteriza, dejando su esencia en este montaje que puede disfrutarse sin un orden en particular y que puede maratonearse con total seguridad de llevarse una gran experiencia teatral.
El foro Lucerna es casa de esta peculiar familia y se presenta los días viernes, sábados y domingos con los siguientes horarios: Viernes 20:30h Comedor, sábados 18:15h Sala y 20:45h Jardín, y domingos 13:00h Comedor, 17:00h Sala, 19:30h Jardín, esto con un precio especial si se decide ver el maratón de obras.
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Por Gualberto Ortiz para Boy4ME