Muchos son los clásicos que han sido versionados en el teatro y el cine, donde podemos ver el ingenio y el entendimiento del guion para darle un tratamiento acorde al medio en que es presentado, explotando recursos tales como los escenarios o los pocos o muchos recursos en pro de la narrativa y esta historia no es la excepción, pero aquí tenemos el hecho que la conoceríamos primero como obra en 1966 y un año más tarde en su versión cinematográfica, regresando esta vez a los escenarios con una producción que le resalta.
Sola en la oscuridad presenta a Susy Hendrix, una mujer ciega que deberá enfrentarse a unos criminales agudizando sus sentidos y con ayuda de Gloria, su pequeña vecina que conoce la casa. Cuando una muñeca, inocente como pareciera, es codiciada por enredos en su procedencia, la protagonista se ve inmersa sin pretenderlo en un thriller que usará una casa rústica para definir cómo se desenredan esta serie de intervenciones donde tres agudos hombres irrumpen sin fijamientos por obtener lo que desean.
Itatí Cantoral interpreta a Susy, a quien pone de sí para inyectarle la fuerza que requiere así como la inocencia y la fragilidad que definen la manera en que se mueve por el espacio y su manejo de las emociones en contención, a ella se une Sergio Bonilla como su esposo, Majo Edgar como Gloria, quien añade toques de fresca intervención y que aportará más que un soporte a la trama en desarrollo. Tenemos también a Marco de la O, Lenny Zundel, Marcial Casale en un trío de criminales que funcionan adecuadamente de manera individual y que en un conjunto de gran presencia agregan una sombría atmósfera de interpretaciones.
Adrián Martínez Frausto es el encargado de la escenografía, y realmente apreciamos un gran diseño que proyecta lo necesario para la narrativa, situándonos en el hogar que funcionalmente se adecúa en un espacio de versátil utilidad con perfecto cuidado en los detalles, adicionalmente con la iluminación y los vestuarios, dando muestra de una mancuerna ideal para referenciarnos a los requerimientos de la obra, mención también para el diseño sonoro, de sutil presencia pero de precisa ejecución a cargo de Miguel Jiménez y que enmarca la incertidumbre y el suspenso.
La dirección está a cargo de Enrique Singer, con reconocida presencia en el medio y que aquí encuentra en el clásico la manera de desarrollarle con grandilocuencia y atención al detalle, haciendo de la precisión un pilar y un objetivo a alcanzar en todo momento como una regla que con sutileza se traduce a naturalidad en las intenciones de orgánica visión.
Al final, Sola en la oscuridad nos enfrenta con un relato que se mantiene vigente pese a la pandemia que aún presenta estragos y pese a contar un relato de una época distante al menos en temporalidad, pues según la adaptación se recrea sin mayor problema y que además replantea el papel de la mujer vulnerable en un entorno nada propicio para su seguridad y respaldo. También la confianza y el valor situacional de una sociedad precipitada y que se limita a ir tras los objetivos propios.
Se presenta los días viernes a las 19:00 y 21:30, los sábados a las 18:00 y 20:30 y los domingos a las 16:30 y 19:00h en el Teatro México, Centro Teatral Manolo Fábregas. No te la pierdas.
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Por Gualberto Ortiz para Boy4ME