Muchas veces en la vida, nos enfrentamos a dilemas sobre lo no dicho, lo no hecho o lo prometido y que es interferido por desavenencias o infortunios causados por la partida prematura de una persona, y es eje de inicio ese punto de inflexión para llevar a cabo un montaje que figura como un pretexto de hacerlo, sin embargo, va más allá y reinventa un texto ya conocido para contar una historia a partir de él.

Jacob y el otro es un relato conocido que ahonda en los días de gloria de un ex campeón mundial de lucha libre que se han diluido en el tiempo como su vitalidad y fortaleza, pero que verá una esperanza en la compañía de un viejo amigo que le alentará a volver a los escenarios, para encontrarse de frente con una realidad demoledora que no cede y pone en desventaja los nuevos planes y el más cercano futuro, volviéndose una vorágine de acciones y reacciones a afrontar.

Esto a mano de Juan Carlos Onetti en 1961, encontrando aún en la actualidad un espacio para mantenerse vigente en la lectura común y su transcripción al teatro, donde hace gran uso de la creatividad y el ingenio en áreas a explotar como la escenografía o la utilería, elementos que con agudo enfoque cumplirán más de un objetivo enriqueciendo el imaginario y el valor que hace mayor hincapié en la la expresión, los trazos escénicos y la cadencia que genera una dirección de interesante ejecución.

Tomando otro sentido cuando tenemos la contraparte cinematográfica a cargo de Álvaro Brechner que lleva por nombre Mal día para pescar, cinta que en el año 2009 tomara los reflectores y que se hiciera acreedora a múltiples galardones, siendo representante de Uruguay en los Premios Óscar como Mejor película de habla no inglesa y los Premios Iris, por mencionar algunos.

Aquí en el teatro toma un sentido más íntimo e irreverente donde a modo de juego e improvisación, se toman detalles del entorno más cercano para implementar en el discurso y romper con la rigidez de un texto crudo, aligerando los sentidos.

Juan Carlos Medellín y Fernando Villa se ponen en la piel de Jacob y Orsini, en un entendimiento total de sus personajes y cómo se desenvuelven y piensan, para crear una atmósfera total que nos sitúa inmediatamente en cada escenario que visitan, explotando al máximo cada gesticulación y control de movimientos. Es un gran trabajo conjunto donde las buenas intenciones son aprovechadas y enfocadas en trasmitir este mensaje de superación y alcance de una estabilidad con el presente y el yo.

Quienes están a tu lado se presenta en el Teatro La Capilla los días lunes a las 20h hasta el 27 de junio, no te la pierdas.

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