Elegir una leche vegetal
De avena si quieres bajar de peso, de coco si eres deportista, de almendra si quieres fortalecer los huesos… Conoce todo lo que estas bebidas pueden hacer por ti.
En los últimos años no han parado de acaparar espacio en las estanterías de los supermercados. A las tradicionales de soja y avena, se han sumado las de arroz, almendra o avellana.
Pero ¡cuidado! aunque hablemos de leches vegetales, lo correcto sería decir bebidas vegetales, concepto que la Unión Europea ha establecido en una sentencia del Tribunal Supremo para evitar problemas en su comercialización y diferenciarlas de los productos lácteos (poseen cualidades nutricionales totalmente diferentes).
Leche es lo que viene de la vaca y estas bebidas se obtienen remojando durante horas los frutos secos, legumbres o los cereales durante horas, para después moler licuar y filtrar el resultado consiguiendo así un aspecto blanquecino similar al de la leche animal.
En un principio fueron los intolerantes a la lactosa, los veganos y los comprometidos con la insostenibilidad de la industria ganadera los que comenzaron a optar por estos productos, pero la multitud de estudios que relacionan el consumo de leche de vaca con patologías como el cáncer, la indigestión, la mucosidad o la inflamación han hecho que muchos sean los que se han animado a hacer la transición a la bebida vegetal.
Puedes comenzar mezclando tu leche de vaca habitual con la bebida vegetal que hayas elegido. Poco a poco ve añadiendo más cantidad de ésta última y reduciendo la bebida láctea.
Después de algunas semanas, prueba a tomar todo el vaso de leche vegetal, alternar días de una y otra bebida. ¡Importante! Observa cómo te sienta esta nueva bebida.
Y no solo la puedes consumir sola o con el café, introdúcela también en tus recetas de cocina, para hacer bechamel, currys o salsas.
De soja
Es la más popular y la que más se asemeja a la leche de vaca y al proceder de una legumbre es la más rica en proteínas. También contiene isoflavonas que ayudan al equilibrio hormonal femenino. Se recomienda evitar la soja trasgénica con una opción ecológica.
De avena
Es rica en betaglucanos y mucílagos que bloquean la absorción de colesterol. Su sabor es dulce, es ligera, baja en calorías y muy fácil de digerir. Además, ayuda a calmar el sistema nervioso y evita el envejecimiento prematuro de las células ya que contiene aminoácidos, esenciales para nuestro organismo.
De almendra
Alto contenido en calcio y antioxidantes y perfecta para conseguir unos huesos más fuertes. Además, es reconstituyente y remineralizante. Perfecta para dietas bajas en calorías y si quieres reducir el consumo de carbohidratos, aunque es la que menos aporte de proteínas aporta.
De arroz
Es muy buena opción para los alérgicos a los frutos secos, y su sabor es dulce y agradable. Posee una consistencia muy ligera. Es rica en hidratos de carbono, minerales (selenio, potasio, magnesio, hierro) y posee un alto contenido de ácidos grasos Omega 3 y 6, además de vitaminas D y B12.
Las más raras
Si acudimos a tiendas especializadas la oferta de leches vegetales se dispara y es posible encontrar desde bebidas de quinoa (perfecta para combatir el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra), hasta cáñamo o alpiste, pasando por nueces, anacardos, castañas o coco (buena aliada en la dieta de los deportistas ya que sus grasas saturadas se transforman más rápido en energía que las de la carne y engordando menos).
FUENTE: Sportlife