Cuando la incertidumbre y la evidencia palpable se encuentra en contra de la inteligencia y las capacidades cognitivas de lo que uno reconoce como un trabajo propio, es que surgen las dudas y la confianza debería abrir brecha de comunicación, sobre todo de quienes lo avalan y son en quienes nos sostenemos y suponen el faro de soporte. Prueba perfecta es sobre la capacidad y el reconocimiento, y sobre la inestabilidad de los nexos y las relaciones interpersonales que definen el rumbo de nuestras acciones.

La puesta que viera la luz en Off-Broadway en el año 2000, es un texto atemporal que perfectamente puede plantearse sin realizar cambios en contexto y situación social del mismo, por lo que en esta nueva temporada regresa al escenario mexicano con un elenco renovado y el regreso de Plutarco Haza a la historia, pero esta vez como el padre de la protagonista. Con dramaturgia de David Auburn, es acreedora al título de la obra con texto más longeva en Broadway y le valió un Pulitzer en 2001, contando además con traducción a diferentes idiomas por la gran recepción que ha tenido a lo largo del mundo.

Su éxito la llevó a contar con su versión en película en el 2005, protagonizada por Gwyneth Paltrow, quien la interpretara también en teatro, Jake Gyllenhaal y Anthony Hopkins. Llevó a Mary Louise Parker a ganar un Tony por su interpretación. Es sin duda un texto que trasciende el tiempo y al público, pues refiere gran cantidad de adaptaciones de una historia universal que conecta con el espectador y guía las motivaciones del ojo crítico a quien es presentada, pues es tan inmersiva y transparente que las emociones y la incertidumbre por el clímax hacen gran parte en la experiencia.

Rodrigo Nava es quien dirige esta puesta, anteriormente ya había dirigido Enfermos de Amor y su visión sin duda aporta un enfoque neutral y nostálgico, pero a la vez enérgico y certero en el momento de explotar los sentimientos y los encuadres de introspección concisa, pues se centra en crear cuadros de contenido pero con calidez dirige la atención a momentos clave para el hilo conductor de la historia cargados de fuerza interpretativa. Cada escena y cada transición es acompañada por la musicalización del artista mexicano que saltara de Tik Tok, León Leiden, y es sin duda una conjunción de ideas de brillante ejecución, pues aporta melancolía, impacto o un acompañamiento transitorio y necesario.

El reparto es conformado por Arantza Ruíz, quien alterna el personaje de Carolina con Bárbara López, Estefanía Hinojosa alterna el personaje de Claudia con Sara Maldonado, Germán Bracco alterna el personaje de Pablo con Jesús Zavala y el padre, Roberto, es interpretado por Plutarco Haza.

Desde los nombres podemos ya darnos una idea del respaldo que representan los actores a cargo, pues son personalidades con trayectoria y grandes promesas del teatro y la actuación, tal es el caso de Arantza, pues se apropia de su personaje y los rasgos de carácter que le forman, las circunstancias y los motivantes que la llevan a sentir y vivir acorde a un guion de grata traducción.

Prueba perfecta habla de Carolina, hija de un prominente matemático cuyos padecimientos mentales lo llevaran a ser cuidado por ella hasta sus últimos días y es cuando salta a la vista un cuaderno con resquicios de un gran hallazgo que significa un gran avance en la materia y cómo la verosimilitud del nombre o la apropiación del mismo serán motivo de tensión entre Carolina, Claudia, su hermana, y Pablo, ex alumno del padre.

Transita por temas como el amor, la confianza y la salud mental, pues la herencia y la incredulidad agraviada por la conveniencia sitúan a los protagonistas en un ambiente de dispersión y redescubrimiento del otro y de sí mismos.

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