Pornhub cede a las presiones y borra los vídeos subidos por usuarios no verificados, que suponen más de la mitad del total de su repositorio. La principal plataforma de contenido pornográfico, con más de 42.000 millones de visitas en 2019, trata así de limitar las consecuencias que se pueden derivar del artículo de The New York Times publicado el pasado 4 de diciembre que cuestionaba el uso de imágenes de violencia sexual y pornografía infantil en este sitio web. El artículo provocó airadas reacciones por parte de organismos civiles y políticos canadienses y llevó a Visa y MasterCard a poner fin a su relación con la compañía.
La noche de este domingo, Pornhub anunció en un comunicado colgado en su blog de noticias “su política para prohibir que los usuarios no verificados puedan subir vídeos. Ahora hemos suspendido todo el contenido cargado anteriormente que no fue creado por compañías asociadas o por miembros del programa modelo. (...) Esto quiere decir que cada material subido a Pornhub proviene de fuentes verificadas, un requisito que plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, YouTube, Snapchat y Twitter aún no han establecido”.
Este lunes, la barra de búsqueda de Pornhub indica que hay poco más de 2,9 millones de vídeos disponibles. De acuerdo a Motherboard, la cifra rondaba los 8,8 millones el día anterior. “La seguridad de nuestra comunidad es nuestra prioridad número uno”, menciona el comunicado. El proceso de verificación de usuarios y de revisión del material retirado comenzará el próximo año.
El artículo en The New York Times señalaba la presencia en Pornhub de vídeos producto del abuso a menores, la pornovenganza, la violación, las cámaras ocultas y la extrema violencia. Kristof compartió los testimonios de algunas víctimas; también se preguntaba por qué el Gobierno de Justin Trudeau, que se define como feminista, permite a esta firma sacar provecho de esta clase de vídeos.
Pornhub pertenece a MindGeek, un conglomerado de plataformas tecnológicas –en su mayoría pornográficas- cuyo cuartel general está ubicado en Montreal (Quebec), pero que aparece registrado en Luxemburgo por motivos fiscales.
El mismo día de la publicación del artículo en el diario neoyorquino, Pornhub descalificó las acusaciones como “irresponsables y flagrantemente falsas”, además de señalar que tiene una política de tolerancia cero respecto al abuso infantil y cuenta con un equipo de moderadores humanos junto con tecnologías automatizadas para eliminar contenidos ilegales. Los responsables de Pornhub han afirmado que los ataques en su contra tienen que ver sobre todo con que es una plataforma de material para adultos. No obstante, Kristof había subrayado en su pieza: “El problema no es la pornografía, sino la violación”.
Justin Trudeau, primer ministro canadiense, señaló (sin citar específicamente a Pornhub) que su Gobierno continuará trabajando con las agencias de seguridad, por todas las vías posibles, en contra de la violencia de género, la explotación de menores y la pornografía infantil. Sin embargo, un grupo de diputados y senadores canadienses pidieron a David Lametti, ministro de Justicia, que tomara medidas enérgicas contra Pornhub y recordaron que habían enviado una carta a Trudeau con los mismos argumentos en marzo pasado, pero sin respuesta.
En ese mes comenzó a circular una petición en línea –impulsada por el organismo Exodus Cry- para exigir el cierre de Pornhub (más de 1,2 millones de firmas de apoyo hasta el momento). Tras el artículo de Nicholas Kristof, organizaciones canadienses tales como Aura Freedom International y el Centro contra el Abuso a Mujeres de London (Ontario) se sumaron a las voces que piden que se investigue a la plataforma. Asimismo, Visa y MasterCard anunciaron que llevarían a cabo sus propias investigaciones. Cabe recordar que PayPal dejó de colaborar con Pornhub en noviembre de 2019.
Tras el revuelo, Pornhub informó el 8 de diciembre pasado que en 2021 desarrollará un sistema para verificar la identidad de los usuarios que quieran subir vídeos y que solo las empresas de producción pornográfica podrán compartir sus contenidos. Además, indicó que será imposible para los usuarios descargar imágenes. El mismo día, Justin Trudeau anunció que su Gobierno presentará un proyecto de ley para obligar a las empresas de Internet a eliminar contenidos ilegales, como por ejemplo, la pornografía infantil y los mensajes de odio.
FUENTE: El País