El 2018 ha sido un año muy activo para Nicole Kidman, la vimos interpretar desde un drama profundo en Boy Erased, hasta la reina Atlanna en Aquaman. Pero la crítica anuncia que su próxima interpretación no solo nos dejará helados, también nos hará no reconocerla.

Se trata de Destroyer, la nueva cinta de la directora Karyn Kusama en la que Kidman comparte créditos con Toby Kebbell y Tatiana Maslany. En este filme, la actriz de 51 años de edad se introduce en un personaje totalmente distinto a lo que nos tiene acostumbrados.

Si bien Kidman se ha caracterizado por ser una actriz versátil que lo mismo se adentra en proyectos independientes y de directores consagrados que en blockbusters de temporada, la crítica especializada advierte que estamos frente a una versión de la actriz totalmente desconocida.

En esta cinta que estrenó recientemente en Estados Unidos, Nicole Kidman interpreta a la detective de la policía de Los Ángeles Erin Bell, quien, en su juventud, fue colocada de manera encubierta con una pandilla en el desierto de California con resultados trágicos.

Y cuando se dice irreconocible, no solo se refieren a la caracterización que requiere el personaje sino a su interpretación de una mujer con un pasado oscuro y frustrante que busca justicia y venganza al tiempo de diluye los límites morales y confronta al espectador con sus propios dilemas.

Esta actuación ya le otorgó a Nicole una nominación en los próximos Globos de Oro y es altamente probable que consiga un lugar también en los premios de la Academia.