Y es que en el marco de inversión sin apenas límites en series y películas propias -en gran medida presionado por la llegada de cada vez más competencia y lo cada vez más caros que están los derechos de series externas- Netflix comenzó al poco de llegar a España a trabajar con distintas productores que han sido luego las que se han asentado también como referentes en el streaming español. A saber: Bambú Producciones ( Las chicas del cable), Vancouver (La Casa de Papel), Apache Films (Paquita Salas), y un largo etcétera. Su apuesta ha traído consigo un aumento lógico de los encargos y los presupuestos. Según los datos de la propia compañía, durante 2020 unas 25.000 personas trabajarán en sus producciones españolas.
El camino hasta aquí ha sido bastante variopinto. Netflix lanzó su primera producción española en forma de la película 7 años, protagonizada por Paco León, en 2016. Después presentó su primera serie, Las chicas del cable, en un intento más que evidente de hacer suya la fórmula de Velvet, serie que aquel año había triunfado en la televisión en abierto.
La atrevida Fe de Etarras o sus documentales sobre El crimen de Alcàsser o la situación catalana (Las dos Cataluñas) demostraron también en su momento que la libertad dada a los creadores iba un paso más allá en lo que a asuntos delicados se debía.
Pero sin duda alguna el gran éxito de Netflix llegó cuando se comenzó a fijar en series españolas que por distintos motivos no tenían suficiente continuidad.
La casa de Papel, estrenada en Antena 3, fue relanzada en Netflix donde ya va rumbo de su cuarta temporada y convirtiéndose en un fenómeno mundial como la serie de habla no inglesa más vista en la plataforma. El Ministerio del Tiempo, cancelada inicialmente en TVE, también tuvo continuidad, y Netflix también se hizo con los derechos de Fariña, la producción de Atresmedia sobre los narcos gallegos. Paquita Salas, la serie de los Javis, también pasó de Flooxer -de nuevo Atresmedia- a Netflix en exclusiva. Como decíamos antes, no solo producir, sino también comprar y en muchos casos coproducir con los que antes eran sus antiguos rivales: las cadenas tradicionales.
Ahora Netflix está envuelto en su segunda gran oleada de producciones españolas. Tras El vecino, inspirada en el cómic, protagonizada por Quim Gutiérrez y dirigida por Nacho Vigalondo, que acaba de estrenarse en fin de año, llegaran las adaptaciones de Memorias de Idhúm -su primera serie de animación- o la saga romántica de las novelas de Valeria. Todas ellas las veremos en 2020, el momento en el que las otras grandes plataformas de streaming asentadas en España preparan también su desembarco.
Por su parte, HBO se ha tomado con calma el estreno de sus producciones españolas. La cadena, que a nivel internacional puede presumir de producciones altamente valoradas por la crítica, se marcó como hoja de ruta en España también realizar sus apuestas a fuego lento, y después de comenzar a anunciarlas en 2017, por fin podremos verlas en 2020.
Tras el polémico documental El Pionero, que exploraba la figura de Jesús Gil, Foodie Love de Isabel Coixet -ya disponible en la plataforma- y Patria, la adaptación de la aplaudida novela de Fernando Aramburu sobre el conflicto con ETA, y 30 monedas, una serie de terror con Álex de la Iglesia como máximo responsable y de la que aún no sabemos demasiado, verán la luz por fin en 2020. Unas series que según ha manifestado el responsable de producción propia de HBO España, el ex de Canal + Miguel Salvat, nacen con el objetivo de poder aspirar a ser no solo un referente en España, sino también fuera de ella. Por nombres, sin lugar a dudas HBO ha invertido en fichar a los mejor del panorama nacional a nivel de dirección.
Prime Video por su parte apostó parte de su desembarco en España en documentales, muchos de ellos ligados al fútbol y las celebridades. Pero se espera que este 2020 lleguen sus tres primeras producciones propias de gran calado, en colaboración con Atresmedia, Bambú o Zebra.
Un asunto privado contará la vida de una pareja en los años 40, mientras que La Templanza adaptará la obra homonónima de María Dueñas. El Cid por su parte, con Jaime Lorente (La Casa de Papel) como protagonista, parece que será la gran apuesta en cuanto a presupuesto, prometiendo ser uno de los pocos intentos vistos en España -y de triunfar seguramente el primer con éxito- de una producción de época sobre las aventuras del guerrero medieval.
Así se completará la oferta española, que hasta ahora ya había lanzado en colaboración con Atresmedia la serie Pequeñas coincidencias, además de los documentales deportivos.
FUENTE: Hipertextual