El año pasado, Filadelfia anunció su decisión de agregar rayas negras y marrones a la bandera Pride para apoyar a las personas de color LGBTI. Pronto, un centro de orgullo en Australia siguió su ejemplo. Ahora, una investigación realizada por Buzzfeed News y Whitman Insight Strategies muestra quién se opone a este cambio.

La encuesta encuestó a 880 adultos estadounidenses LGBTI. Fue parte de un cuerpo más grande de investigación sobre la vida, la política y la identidad entre las personas LGBTI.

De los 880 encuestados, el 58% se opone a la adición de rayas negras y marrones en la bandera del Orgullo. 42% apoya el cambio. La mayor oposición provino de los hombres homosexuales y los mayores de 50 años, con ambos grupos oponiéndose a las nuevas tendencias del 70% al 30%.

Además, los blancos se opusieron al cambio 62% a 38%.

Mientras tanto, la misma encuesta encontró que las personas de color LGBTI respaldan el cambio en la bandera, del 52% al 48%. Las personas queer y trans apoyan el cambio 64% y 69%, respectivamente.

Las lesbianas y los bisexuales apoyaban más la nueva bandera que los hombres homosexuales, con el 41% de las lesbianas y el 47% de los bisexuales a favor de las nuevas tendencias.

Sin embargo, la mayor división vino generacionalmente. Las personas LGBTI entre las edades de 18 y 29 apoyaron más la bandera inclusiva, 52% a 48%. Sin embargo, menos de una quinta parte de los Baby Boomers están de acuerdo.

El margen de error de la encuesta en general es de más o menos 3.3%.

"La gente de color ha estado a la vanguardia de la defensa y la cultura política LGBT durante décadas, y sin embargo, durante mucho tiempo se les ha negado el pleno reconocimiento -y representación- de sus contribuciones", escribe Dominic Holden para Buzzfeed News.

Otra encuesta reciente realizada por la organización benéfica británica Stonewall encontró que dos tercios de las personas de raza negra que se identifican como LGBTI se enfrentan al racismo dentro de la comunidad.