Los malagueños Mateo y Lucas, de tan solo veintinueve años, se han propuesto una difícil labor en su vida: valerse de las redes sociales para tratar de desestigmatizaralgo tan complejo y desconocido como lo es la transexualidad. Y es que los gemelos son transexuales, y se sienten orgullosos de poder decir en voz alta que lo son, y que ahora mismo se sienten totalmente felices en su propia piel. Tras años de tratamientos hormonales, de cambios drásticos en su fisonomía y de mucha lucha, estos hermanos por fin han conseguido su objetivo: verse tal y como realmente son.
La transexualidad, a día de hoy, continúa figurando en nuestro país dentro del 'Catálogo de Enfermedades Mentales', pese a que el colectivo lleva años tratando de despatologizarla. Es una situación más habitual de lo que podamos imaginar, y nos habla de personas que buscan ser libres para ser lo que quieran, sin ningún tipo de acoso o discriminación. Para muchos, el mero hecho de decir que son transexuales supone un problema, puesto que ven cómo su entorno les rechaza; por suerte, esto no fue así ni para Mateo ni para Lucas.
Visibilizar y normalizar la transexualidad
Mateo y Lucas comprendieron lo que les pasaba con tan solo diez años, cuando su familia y sus amigos aún les conocían como Natalia y Lucía. Algo positivo en su caso es que contaron con su compañía en todo momento, y pudieron sentirse arropados el uno por el otro, independientemente de lo duras que fueran las circunstancias fuera.
Acudieron a psicólogos durante muchos años, para ver qué era exactamente lo que les sucedía. Y tras mucho tiempo, y muchos profesionales que les dijeron que no podían sentirse así, que eso no era más que una confusión, acabaron decidiéndose a hacer lo que se denomina como "transición". Decidieron decir adiós a sus atributos femeninos, y dar el paso de sentirse realmente correspondidos con su cuerpo. Durante todo el proceso tuvieron la fortuna de sentirse apoyados por sus familiares y amigos, algo que no siempre es así. Es por eso que, hace cinco años, decidieron publicar un vídeo en YouTube contando toda su experiencia.
Desde ese momento, decidieron que las redes sociales eran una puerta abierta para normalizar la transexualidad, para dar su apoyo a todos esos niños que están en la misma situación en la que ellos estuvieron un día, y mostrarles que lo suyo no es ningún tipo de trastorno mental.
Su primer vídeo se tituló 'La transexualidad no se elige', y lo subieron el 4 de abril del año 2013. Lo hicieron para despedirse de lo que hasta ese momento había sido su vida, puesto que iban a dar el primer gran paso: cortarse la melena, y apostar por lo que sentían en su interior. " Este es el fin de la historia de Lucía y de Natalia, y comienza la de Lucas y Mateo. Ya ha llegado el día en el que digamos abiertamente que somos personas transexuales, por lo que nos queremos sumar a su visibilidad, para que algún día esta sociedad sea más libre y justa. Que las etiquetas no nos separen, sino que nos ayuden a expresarnos y a entendernos. Y, por supuesto, no olvidar que existe un punto de encuentro entre dos personas que no comparten una misma opinión, y ese es y será siempre el respeto", explicaron, dejando claras desde un primer momento sus intenciones.
En el diario Málaga Hoy, los gemelos explicaron que lo que buscaban desde un principio era ser escuchados, y que realmente tenían la sensación de estar consiguiéndolo. "Nos conmueve el nivel de aceptación y autoconocimiento. Gracias por compartir y por promover el respeto a la diferencia. La naturaleza es sabia, pero también comete algún que otro error", han señalado.
La transexualidad no se elige
"Los gemelos Mateo y Lucas"
La transexualidad, tal y como ellos han señalado en todo momento, no es algo que se elija. Al igual que una persona no decide ser homosexual o heterosexual, tampoco decide su identidad sexual, o su raza, o el color de su pelo. Es algo que va mucho más allá.
"No tiene perdón que haya niños que lo pasen mal por esto. Existen tratamiento, se les puede ayudar", han querido explicar los gemelos. Actualmente, las listas de espera a través de la Seguridad Social en nuestro país son casi interminables; a esto hay que sumarle que el acceso a los fármacos no es sencillo, y que estos pueden llegar a ser muy costosos. El colectivo transexual lleva años luchando por dar visibilidad a su problemática, por explicar a la sociedad qué es lo que realmente pretenden. Es decir, por mostrar su realidad.
El hecho de que cada vez haya más personas que hablen abiertamente de su transexualidad sirve para que aquellos que aún tienen miedo de hacerlo se lancen, y tengan un poco más de valor. Y, además, sirve para que aquellos que son ajenos a la situación comiencen a entender que la transexualidad está lejos de ser un trastorno mental.
FUENTE: Los Replicantes