Con un emotivo viaje a lo largo del tiempo en el que nos muestran varias escenas históricas, musicales, moda, pero sobre todo el desarrollo humano de una familia, detallando su cotidianeidad, como si se tratara de una road trip en vivo, interactuando con sus desavenencias, conflictos, desamores, éxitos, fiestas, muertes, entre otras cosas que todas las familias hemos vivido alguna vez y que como familia intentamos resolver para salir adelante, ya que es un núcleo principal de la sociedad, sin embargo cuando en esa estructura falta un pilar importante que comande y los roles se traspasan a otra figuras de la familia, la dinámica familiar puede implicar un reto distinto que puede convertirlo en algo conmovedor o en algo nostálgico.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Así es como Clemente Vega, el director y creador de esta magnífica obra, llena de fantasía y con un mensaje conmovedor, en el cuál nos cuenta de una forma metafórica como la ausencia materna, se convirtió en una historia de amor, en la que una serie de recuerdos y memorias familiares se vuelven un viaje a la galaxia para intentar disfrazar u ocultar de una manera linda ese vacío de un ser tan importante, que puede llegar a afectar psicológicamente pero que esta idea de imaginar que “Mamá se fué a la Luna” lo puede volver mas llevadero.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

La historia nos remonta a un remoto y agitado 1985 en el que Dalena, interpretada extraordinariamente por María Filippini, una mujer casada con tres hijos que tiene un deseo de recuperar su esencia de mujer y volver a vivir su vida como antes de que formara una familia, no le importa dejar a la deriva a su familia; quedando Catalina (interpretada por Ana Guzmán Quintero/ Alicia Candelas), la hermana mayor a cargo de sus dos hermanos, a quienes les inventa una historia fantástica haciéndoles creer que su mamá es Astronauta y se ha ido a la luna, toda esta interesante historia correrá a lo largo de los años, mostrando lo complejo que fue para la familia sobrellevar esta situación, teniendo siempre la sombra de la mamá hasta que la mentira es descubierta, teniendo un desenlace inesperado y conmovedor.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Todo ello se desarrolla en medio de un escenario móvil que simula una atmósfera galáctica, llena de extraterrestres que acompañan a los personajes evocando sus sentimientos y pensamientos, los cuales nos hacen ver lo complicado y emotivo que fue esta aventura para toda la familia, historia con la que se identificarán muchas personas que han sufrido algún vacío o que tienen heridas emocionales sin sanar y que en esta obra podrán canalizar y aprender a perdonar aquellos comportamientos que no pudimos entender en su momento.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Esta propuesta muestra una excelente manera de ver la infancia, la familia, la maternidad, el feminismo, la autosuperación, la resiliencia, desde una perspectiva simbólica pero particularmente que sirve para sanar el espíritu y dejar los rencores, esta producción de Clemente Vega y Emilio Trasviña es un idea diferente de contar el teatro, por lo tanto, valdría mucho darse la oportunidad de ver, sobre todo en aquel público que necesite hablar con su yo herido o que necesite perdonar a sus seres queridos, la puesta en escena se estará presentando en el Foro Lucerna por una corta temporada.

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Fotografía por Charly Duchanoy ©