En la última década se ha visto un aumento preocupante en relación al consumo de bebidas gaseosas con endulzantes. Este tipo de bebidas, llegan a ser las más populares en el mundo, sin embargo, estas bebidascolas como también se les puede denominar, tienen un costo altísimo en relación a nuestra salud.
Efectos negativos de las bebidas gaseosas
No cuentan con ningún valor nutricional: Aunque vamos por parte, es cierto que las bebidas colas como les denominaremos, cuentan con nutrientes, sin embargo, no tienen proteínas, vitaminas o minerales. Todo lo que contiene es agua filtrada y la dañina azúcar refinada apartes de la cafeína, ácidos, colorantes y conservantes, lo que genera un exceso de sodio en nuestro organismo. Debemos conocer que un exceso de sodio en nuestro cuerpo puede llevar a enfermedades como la diabetes, una inflamación crónica y complicaciones coronarias.
Generan un aumento de peso: El consumo regular de bebidas gaseosas endulzadas, lleva a la obesidad. Estas bebidas contienen altos niveles de azúcar y por lo tanto, cuentan con múltiples calorías vacías que nos hacen solo ganar peso. El beber este tipo de refresco, puede causar una acumulación de grasa en nuestros músculos del hígado y el estómago, los cuales pueden contribuir a generar la diabetes y una insana resistencia a la insulina. Las bebidas gaseosas también cuentan con altos niveles de cafeína.
Aumenta el riesgo de sufrir de osteoporosis: Los estudios han logrado demostrar que el consumo frecuente de bebidas sin alcohol, puede aumentar el riesgo de sufrir de osteoporosis. El alto consumo de bebidasgaseosas endulzadas, es especialmente perjudicial para los niños en su crecimiento, debido a que sus huesos no tienen el suficiente calcio.
Las bebidas gaseosas endulzadas son altamente ácidas. Estas tienen un nivel de pH de aproximadamente 2.5, que es casi lo mismo con el que cuenta el vinagre. El alto contenido del azúcar en las gaseosas llega a camuflar de cierta manera su acidez. La acidez en este tipo de refrescos produce la descalcificación y un debilitamiento en nuestros huesos. Otra razón que une a la osteoporosis y este tipo de bebidas, es el hecho de que mayoría de las personas con el hábito de consumir estas bebidas, bebe menos productos que sean altos en calcio.
Llega a generar diabetes: Las bebidas gaseosas endulzadas, provocan un aumento en nuestro peso y por lo tanto, nos hacen propensos a desarrollar diabetes del tipo 2, lo que se presenta debido a la ineficacia de la insulina a la hora de descomponer el azúcar.
El dulce sabor de las bebidas gaseosas es porque contienen jarabe de maíz, el cual es alto en fructosa. La fructosa de jarabe de maíz, va directamente a las células productoras de la insulina en la zona del páncreas. Tan pronto como alguien bebe uno de estos refrescos, una gran cantidad de azúcar entra en nuestro torrente sanguíneo.
También se encuentran repletas de toxinas como el aspartamo, un edulcorante artificial que es cerca de 200 veces más dulce que el azúcar regular. El aspartamo se compone de tres sustancias químicas; el ácido aspártico, la fenilalanina y metanol. El aspartamo también causa dolores de cabeza y múltiples migrañas.
Aumenta nuestra presión arterial alta: Los investigadores han logrado demostrar que el excesivo consumo de este tipo de líquidos, pueden generar hipertensión, además afecta a nuestro metabolismo de manera negativa, lo que genera una combinación de varios problemas a nuestra salud como la hipertensión arterial, obesidad, sufrir de colesterol elevado y una resistencia a la insulina.
Se aumenta el riesgo de sufrir daño renal: Las investigaciones han revelado que el beber grandes cantidades de estas bebidas gaseosas aumenta las probabilidades de desarrollar cálculos renales. Debido a que estas bebidas son altamente ácidas, elimina el calcio de nuestros huesos, el que es eliminado por medio de la orina, lo que conduce a una progresiva formación de cálculos renales.
Son perjudiciales para nuestro sistema digestivo: Las investigaciones sobre estas bebidas gaseosas, sugieren que el beber este producto en exceso, aumenta el riesgo de enfermedades mortales como la cirrosis hepática. Este producto también es perjudicial para nuestra salud digestiva.
Este tipo de refrescos son ricos en ácido fosfórico, que entra en conflicto con el ácido hidroclórico en nuestro estómago y afecta negativamente al funcionamiento, generando indigestión.
FUENTE: Buena Salud