La Academia acaba de publicar nuevos estándares de inclusión que deberán cumplirse de ahora en más, al momento de escoger a la mejor película del año. Pero antes que comience la gran batalla dialéctica sobre el tema en redes sociales, te dejamos todo lo que debes saber sobre el cambio, que no es tan grave como piensas ni tampoco una imposición inmediata.
Ya debes haber escuchado la noticia: la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha tomado la decisión de crear nuevos estándares de representación e inclusión para la elegibilidad para los Oscar en la categoría de Mejor Película a partir de 2022, en el marco de la iniciativa Academy Aperture 2025 que busca ampliar los horizontes del premio como algo más que la representación de un sector del mundo del cine.
Pero antes que comiences a preguntarte qué ocurrirá con las futuras películas bajo un régimen semejante y la batalla en redes comience, te aclararemos los puntos principales que han encendido la polémica en la gran conversación virtual y medios especializados.
Te damos las cinco claves para entender el proceso y, sobre todo, el trasfondo detrás de lo que a todas luces, parece un conjunto de decisiones que en apariencia cambiarían las bases de mundo cinematográfico estadounidense. ¿O no?
Los miembros titulares de la Academia DeVon Franklin y Jim Gianopulos fueron la cabeza visible de un grupo de trabajo que adaptó los estándares de Diversidad del Instituto Británico de Cine para la elegibilidad de financiamiento en el Reino Unido, así como la elegibilidad en algunas categorías de los Premios de la Academia Británica de Cine y Televisión, con el propósito de adecuar en lo posible la normativa al mercado norteamericano.
Varios de los temas debatidos en mesa de trabajo incluyen discusiones sobre la diversidad e inclusión frente a la cámara y en el set de filmación. La consulta fue amplia, respetuosa y según la Academia e incluyó a gremios y sindicatos de todo el país, además de la poderosa Producers Guild of America.
“La apertura debe ampliarse para reflejar nuestra diversa población global tanto en la creación de películas como en las audiencias que se conectan con ellas. La Academia se compromete a desempeñar un papel vital para ayudar a que esto sea una realidad ”, dijeron el presidente de la Academia, David Rubin, y la directora ejecutiva de la Academia, Dawn Hudson, en un comunicado. “Creemos que estos estándares de inclusión serán un catalizador para un cambio esencial y duradero en nuestra industria”.
La nueva normativa comenzará a regir para la edición 94º de los premios Oscar (2022) y la 95º Oscar (2023). Los miembros de votación y también los posibles candidatos recibirán un formulario de exhorto de inclusión al momento de postular la mejor película, pero en ninguna de esas ediciones estarán sujetas a las nuevas disposiciones. Los requerimientos de carácter indispensable comenzarán a regir en la categoría de mejor película la 96a edición de los Oscar (2024).
¿Qué requisitos deberá cumplir una película que quiera optar a la selección de lo mejor del año a partir del 2024? No tantos como crees y, de hecho, la gran mayoría tienen una relación más directa con la forma en que se analiza el cine como producto antes que como obra de entretenimiento. O lo que es lo mismo: se intenta que cada elenco pueda abrirse a la posibilidad de historias con tintes más variados y con multiplicidad de rasgos que les definan, desde su estructura financiera, comercial y en las oficinas de producción. El nuevo estándar no es una hoja de instrucciones sobre cómo debe ser una película, sino una invitación a historias mucho más variadas y de hecho, se asegura de dejar claro que no todos los estándares deben ser cumplidos a la vez y de la misma manera.
De hecho, el nuevo estándar no tocará aspectos sobre decisiones argumentales ni tampoco sobre el origen étnico de los miembros del elenco, sino que buscará que haya una mayor inclusión en un porcentaje relativamente pequeño de aspectos relacionados con guiones y selección de actores. Por ejemplo, en lo tocante a la representación en pantalla, temas y narrativas se especifica que, entre los actores principales o secundarios importantes, debe haber al menos al menos un personaje que pertenezca a un grupo racial o étnico subrepresentado (asiático, Hispano / Latinxm, negro / afroamericano, indígena / nativo americano / nativo de Alaska, Medio Oriente / África del Norte, nativo de Hawai u otra isla del Pacífico).
Se habla que una exigencia semejante podría afectar de manera significativa historias de índole histórico o en las cuales se haga hincapié en temas locales que no admiten una diversidad muy nutrida. No obstante, el estándar no es obligatorio por sí solo: en otras palabras, siendo un apartado de cuatro rubros distintos, el de cuadro de actores principales es uno de los cuales se debería cumplir, pero no el principal ni se exige sea el único.
En el segundo estándar, se específica que el 30% de todos los actores en papeles secundarios y menores deben pertenecer al menos a dos de grupos subrepresentados, pero si lo analizamos a la distancia, es algo que ya viene sucediendo en la mayoría de los programas y películas. De hecho, muy pocos argumentales no incluyen al menos un personaje minoritario o étnico en sus historias.
En lo tocante a las historias principales o temas –y la obligatoriedad que al menos una se centre en grupos subrepresentados– es una consecuencia lógica de lo anterior. Es decir: los personajes secundarios pertenecientes a determinada etnia o grupo, necesariamente deberán tener su historia en ese ámbito. Algo que también es bastante común en todo tipo de producciones actuales, en la que la representatividad aumentó por reclamos de la audiencia o por cambios considerables en los grupos demográficos de espectadores a lo largo y ancho del mundo.
También hay un estándar que busca regular el liderazgo creativo y equipo de proyectos y en el que se exige diversidad para puestos de liderazgo creativo y jefes de departamento, como los encargados (director de casting, director de fotografía, compositor, diseñador de vestuario, director, editor, peluquero, maquillador, productor, diseñador de producción, decorador de escenarios, sonido, supervisor de efectos visuales, escritor). No obstante, el reglamento no exige que la representatividad vaya en detrimento de la calidad de la producción, sino que la selección cumpla con algunas disposiciones que puedan abrir las puertas a toda una generación de expertos técnicos de múltiples orígenes étnicos y grupos minoritarios.
También es algo que viene sucediendo desde hace más de diez años: desde el Writer Lab –laboratorio de guionistas fundado por Mery Streep que brinda preponderancia a mujeres con más de cuarenta– hasta productoras como Annapurna, que abren sus espacios a proyectos no típicos de acento independiente, la inclusión solo se hará más visible como parte de un sistema de producción más amplio.
Uno de los puntos más interesantes del nuevo estándar es el que brinda oportunidades de aprendizaje y prácticas remuneradas a grupos subrepresentados. La exigencia solo hace un exhorto formal a las productoras para brindar oportunidades de formación y desarrollo de habilidades (equipo detrás de cámara) a personas con discapacidad, mujeres y grupos raciales que hasta ahora, habían tenido un acceso más complicado a recursos semejantes. Algo que también incluye la representación en marketing, publicidad y distribución. No obstante, no se trata de iniciativas recientes y el estándar sólo brindará estatus visible a iniciativas individuales que varios estudios y productoras como Disney y Universal venían llevando a cabo desde hace al menos una década.
Todas las categorías que no sean Mejor Película se mantendrán con sus requisitos de elegibilidad actuales. Las películas en las categorías de especialidad (largometraje animado, largometraje documental, cortometraje documental, largometraje internacional, cortometraje animado, cortometraje en vivo) enviadas para la consideración de Mejor Película / Entrada General se abordarán por separado.
Como resume la explicación anterior, el nuevo reglamento sólo se aplicará a partir del 2024 y únicamente será necesario cumplir con una de las características de cada estándar, a menos que se indique lo contrario. Frente a las cámaras (y en consideración a la historia), hay una mayor flexibilización y los miembros del equipo de producción, podrán analizar cuál requisito les conviene cumplir para que su película forme parte de la selección.
FUENTE: Hipertextual
