Cuando uno duerme desnudo, se alcanza el sueño más rápido. Además, es más cómodo dormir, y notamos una mejoría en lo que es la calidad del sueño. Es decir, dormimos mejor, y más profundamente. Esto es importante, porque si alcanzamos una cuota de horas de sueño conveniente, nos sentiremos mejor día a día, más optimistas y con ganas de hacer más cosas.

También ayuda a que nuestro cuerpo se acostumbre a regular la temperatura, por lo que nos encontraremos en un ambiente cálido, y amaremos nuestra cama sobre cualquier otra cosa.

Es más cómodo

Es más cómodo, porque no tenemos que pensar en pijamas. Vamos, que nos hace la vida más fácil. “Es solo un pijama, diréis”. Sí, es un pijama, pero también es ropa que hay que lavar, gasto de dinero, de tiempo, y de agua.

Además, hay personas que además de pijama también tiene ropa de andar por casa, por lo que el gasto es mucho mayor. Debería haber una asociación “por un mundo nudista”, porque en conclusión, nos hace las cosas más fáciles.

Estás más preparado para salir corriendo

Siempre hemos oído eso de que “se te han pegado las sabanas”, es decir, que nos hemos quedado dormidos. Pero piénsalo de esta forma: puede que si durmieras desnudo, te ahorrarías un par de minutos, y estarías preparado para salir corriendo a clase, al trabajo, o lo que sea.

Y un añadido es que estarás seguro de que no llevas las medias, las bragas, o los calzoncillos que te pusiste anoche, pegados al pantalón.

El contacto con la otra persona

Si tienes pareja, seguramente más de una vez habréis dormido desnudos. El contacto piel con piel, es una de las mejores sensaciones, y eso hace que los lazos entre las parejas ya formadas se afiancen mucho más.

También hay que decir que este contacto lleva a las parejas a tener una vida sexual mucho más activa, y también mantiene el mejor humor, porque generamos más oxitocina, el neurotransmisor que hace que tengamos sentimientos buenos por la otra persona.

Ayuda a tu piel

Aunque no lo creamos, dormir desnudo ayuda a nuestra piel. Esto tiene su lógica, ya que por primera vez en todo el día, nuestra piel está respirando libremente.

Todo tu cuerpo, desde tus partes privadas, las axilas y los pies, normalmente están cubiertas de múltiples capas, incluso en verano. Por eso, es una oportunidad de darles un mejor aspecto, y dejarlas respirar un poco. Esto disminuye el riesgo de trastornos de la piel, como el pie de atleta, que puede ser causado por ambientes húmedos y cerrados.

Mejora la salud

Y esto lo hace en muchos aspectos, porque el dormir desnudo ayuda a regular el cortisol, un químico con potencial para hacer daño. Y es que cuando se duerme, nuestro cuerpo regula la temperatura, y si nos estamos asando, los niveles de cortisol aumentarán, incluso ya cuando te despiertes. Esto puede causar un incremento de ansiedad general, y de ansiedad por la comida basura, es decir, mucho estrés.

Además, se equilibra nuestros niveles de melatonina, y el de las hormonas, por lo que podríamos sentir que envejecemos de una forma mucho más lenta.

El verano se hace más llevadero

No hace falta decir mucho más a eso. Las noches veraniegas suelen ser lo peor, puesto que a veces optamos por encender el aire acondicionado o el ventilador. Tenerlo toda la noche encendido es malo, y por eso nos resfriamos en pleno verano.

Debemos intentar no encenderlo por la noche, para mejorar la salud, y por eso, dormir desnudo puede ayudar a sentirnos mejor a la hora de dormir.

Pérdida de peso

¿Cómo puede ser que dormir desnudo pueda conllevar una pérdida de peso? Sí, efectivamente es cierto. Todo tiene su razón, y es que una gran mayoría de personas, cuando llega del trabajo, lo que hace es ponerse el pijama.

Esto hace que el pijama sea el símbolo de la vida sedentaria, pues una vez puesto, es difícil que volvamos a salir de casa.

Por tanto, el hecho de estar desnudo, y de despertarte desnudo, hace que tengamos la necesidad de movernos más, de salir de casa, y de estar más activos.