El amor necesita pocas cosas; el cuerpo necesita muchas. Entonces la carne es débil, una víctima de sus necesidades. ¿Acaso tu pareja no puede satisfacer cada una de ellas? No, claro que no. Puede resultarte difícil compartir aquello que consideras tuyo, pero a lo sumo, no te pertenece.

Los expertos de www.divorcesupport.about.com nos dicen que un día uno se siente que le falta algo, y tal vez uno no lo está buscando, pero de repente se nos para enfrente, ofreciéndonos esa oportunidad de reavivar la llama que se extinguió hace tiempo, por culpa de la familiaridad. Buenas oportunidades que no se dejan pasar.

Lo que una vez fue ardiente, algún día se enfría; el sexo se vuelve predecible y poco desafiante. El dulce pierde su sabor, y pasan a la etapa de estar juntos por costumbre, por la historia que los une. ¿Que si eso es amor? No estamos hablando de amor, estamos hablando del sexo, la consumación como amantes.

Algunos justifican la infidelidad por problemas en la relación. No obstante, hay gente que no está feliz en una relación monógama, sin importar cuán bien esté. Personas que no logran conformarse con un solo sabor de helado, pues quieren probar de todo. Pueden pensar que necesitan cambiar constantemente de pareja para encontrar la satisfacción, el problema es que sólo le durará unos minutos. La verdadera complacencia se halla al cambiarse a sí mismos, la manera en que ven las cosas, y la manera en que sienten.

Las parejas son infieles porque han olvidado cómo apartar el mundo cotidiano y existir como uno solo, en un espacio sin tiempo donde nada importa excepto lo que sienten. Se embotellan los sentimientos, el dolor, y se hacen egoístas porque no toman tiempo para enfrentar los verdaderos problemas, ni tienen la cortesía ni el respeto que ambos se merecen, de tener de una discusión razonable que encuentre solución a sus contrariedades, o que ponga fin a la relación.

La falta de comunicación lleva a los engaños y también conlleva a la pareja a extremos negativos, que buscan escapar de la solución en vez de encontrarse con ella. La elección puede ser separar caminos y tomar uno nuevo. A veces, una retirada a tiempo es una victoria; saber cómo y cuándo es lo importante.

El Doctor Fava, hablando de las causas comunes de la infidelidad, considera que el deseo de buscar intimidad sexual aparte de la pareja, apunta al estancamiento dentro de la relación. En adición, las tensiones con el compañero no siempre nacen en lo sexual, sino también en los problemas financieros, conflictos de valores porque no se tienen ordenadas sus metas en orden de importancia, acarreando desacuerdos o malentendidos. Esta tirantez resulta en un daño en la capacidad de la pareja para relacionarse.

La cotidianidad es el peor veneno para una relación. Es tan simple como eso, dos personas que día a día se ven, hacen lo mismo, crean una monotonía que enfría el deseo. El mundo está lleno de variedades, nadie puede tomar lo mismo a diario durante largos periodos. Aunque le guste mucho al principio, llegará la época en que se hastíe de ello.

Existen por lo menos Cinco tipos de infidelidades:

• La infidelidad oportunista es cuando el hombre está enamorado de su pareja pero sucumbe a su deseo sexual por alguien más. Un sentimiento de culpa se apodera de él, pero al final se convierte nomás en un temor de ser descubierto.

• La infidelidad vanidosa viene cuando el hombre vive con la necesidad de aprobación de otros. Engaña no porque quiera ser infiel, sino por demostrarse a sí mismo que otros aún lo desean.

• La infidelidad de reserva es cuando el miedo de ligarse demasiado emocionalmente a la pareja, lo conlleva a que sea infiel para esparcir un poco sus emociones y no se concentren en un solo individuo. Esto pasa cuando la persona tiene miedo a salir herido en una relación amorosa, y si esta falla, él ya tiene un respaldo.

• La infidelidad de conflicto amoroso es cuando la persona genuinamente siente amor y deseo sexual por más de una persona a la vez. Mientras que estas situaciones son emocionalmente posibles, tienden a crear mucha ansiedad y estrés al no poder decidirse por uno solo.

• La infidelidad conmemorativa resulta cuando el hombre está comprometido en una relación pero ya no tiene sentimientos por esa persona, sino que el deseo de no hacerle daño o incluso el egoísmo de perderle, lo hace permanecer a su lado conmemorando la historia que los une. Para este hombre, es importante que la relación dure, quizá por mantener las apariencias. Él no quiere ser culpado por terminar las cosas, ni ser visto como un desertor.

Otra causa de los amoríos fuera de la pareja se relaciona a una creencia filosófica acerca del “Matrimonio Abierto” o "relación abierta". El famoso Swinging sería un ejemplo de este tipo de creencias. Después de todo, puedes llegar a creer que esta es la solución, pero no tienes ni idea. El Doctor Fava dice:

"En mis 25 años de práctica, aún espero ver una de esas relaciones que funcione".