Los Beneficios y placer del masaje anal son tan desconocidos como escondida, discriminada y maltratada queda esta parte del cuerpo que tan amablemente soporta el peso de todo nuestro cuerpo cuando nos sentamos a nivel externo, y tan eficazmente desecha los restos de alimentos que hemos digerido a nivel interno.
El ano recibe un trato injusto: motivo de burla, humillación y vergüenza. Quizás por este motivo se revela a veces, reclamando atención, en forma de hemorroides, fisuras, abcesos y cáncer, además de estreñimiento e incontinencia. Entonces nos acordamos de él momento a momento.
El masaje anal es una forma de tratamiento muy efectiva en todos los casos mencionados, al estar asociados a la tensión, la resistencia y el rechazo. El tratamiento no podría ser más placentero: Masaje en una de las zonas del cuerpo más provistas de terminaciones nerviosas. El masaje anal transforma el dolor en placer, y podemos afirmar también que el placer cura.
Y si es tan efectivo el masaje anal, ¿porque no se practica?
El masaje anal es desconocido en el tratamiento de enfermedades del ano por un hecho cultural. Por una parte se discrimina el ano por ser el encargado de expulsar los residuos de la digestión, y ¿quizás por estar detrás y abajo?. Por otra parte, muchas personas relacionan el ano con una parte “sucia” y perversa en las prácticas sexuales y, en los hombres, como un signo de homosexualidad. Por estos motivos, quien quiera obtener beneficios y placer del masaje anal, tendrá que ser discreto, y tan solo explicar su experiencia a las personas que considere comprensivas y abiertas. Tan absurdo como real.
Para recibir un masaje anal, es imprescindible hacerlo con un profesional acreditado con quien sintamos confianza, antes de empezar y durante el masaje. El receptor debe ser el director del masaje, asistido por el masajista y terapeuta, que se hará cargo de acompañar al receptor en su actitud, respiración, expresión y comunicación.
FUENTE: Nos Gustas