Muy pocas veces en la vida al asistir al teatro vivimos una catarsis tal que entre risas y lágrimas, salimos con la convicción de haber disfrutado y que además nos llevamos a casa una cátedra de contenido y la reflexión latente de un trabajo muy bien pensado y elaborado que incluso pasadas las horas aún nos mantiene hablando y recordando de lo visto, esa es la experiencia de ver La Prietty Guoman.
La Prietty nació como un hombre, pero siempre ha sabido que es una mujer y aunque la belleza y las condiciones en su entorno no son las más favorables, sabía que debía abrirse paso en su natal Tlaxcala para salir adelante, ya que ni siquiera contaría con el apoyo de sus padres quienes no la reconocían como lo que es, así que emprenderá un viaje tortuoso en búsqueda de la felicidad que le inspirara su película favorita y que la hará buscar también su Richard Gere.
Este espectáculo cuenta sólo con el histrionismo de César Enríquez como La Prietty y Álvaro Herrera le acompaña musicalmente como su inseparable amiga La Muda, y es que realmente César llena el escenario con una entrega sinigual, relatando la vida y las desventuras de su personaje tan humano como próximo a nosotros, donde si bien nos comparte su visión de la vida como una mujer trans, no es esa la bandera con que pregona el show, pues es sobre alguien tan sincera, tan aguerrida y aspiracional como todos nosotros en el público y en la sociedad.
Cada aventura toma vida con las canciones de las divas musicales que han marcado a generaciones, como Whitney Houston, Gloria Gaynor o Mariah Carey para personificarlas y de manera grata y plausible, hacer una recreación de la letra referenciando los momentos en que esta mujer toma fuerza para continuar su travesía ataviada de los vestuarios y pelucas que harán de su figura, un verdadero atesoramiento de su esencia.
La Prietty se apoderará del escenario pero a la vez, hará de la velada una experiencia dinámica, donde compartirá con el público y bajará a departir cara a cara con un peculiar sentido del humor que con la seguridad de la improvisación denotan un gran dominio del personaje y su forma de ser.
Es aquí que este espectáculo que ha tenido gran éxito en el cabaret, aquí en el teatro toma un sentido de cierta formalidad que al finalizar representa la certeza de este cambio, pues César es un actor que merece estar ahí arriba del escenario y cuyo show merece también este formato más íntimo y enfocado en su atención.
No por nada, ha tenido gran alcance abarrotando sus presentaciones y en otros países incluso con traducciones al texto, siendo además acreedor a grandes nombramientos y premios como los METRO, como Mejor espectáculo cabaret y Mejor actuación masculina principal en una obra. La Prietty Guoman no sólo es un show que hablará de la vida, del amor, de la superación y el alcance de los objetivos personales, es también un grito, una protesta y una voz que personificará a las mujeres que han perdido la vida a manos de alguien más, que han sido discriminadas, que han recibido una mala palabra o una intervención sin merecerla, que viven con miedo; momento en que las risas y la historia tienen un cauce, pues todos merecemos ser felices, todos merecemos vivir, todos merecemos ser.
César Enríquez escribió este texto y también lo dirige y protagoniza, regalándonos un espectáculo contra el odio tan necesario para la humanidad como atemporal, pues puede situarse en diferentes contextos y épocas que deben verlo para, si bien no cambiar de la noche a la mañana, sembrará una semilla de reflexión y naturalidad que sin duda crecerá.
Se presenta en el Teatro Libanés los días lunes a las 20:30h. NO TE PIERDAS LAS ÚLTIMAS FECHAS HASTA EL 11 de abril ¿Y tú, ya conoces a La Prietty Guoman?
Compra tus boletos aquí
Por Gualberto Ortiz para Boy4ME