Algunos hombres adoran el misionero, otros tipos, en cambio, prefieren la postura del perrito. Algunos se mueren por tener a su chica montada encima suyo, mientras que otros individuos les encanta pegarse haciendo la cucharita.
Seguramente, tu posición sexual favorita es aquella que probablemente te conduce mejor a un buen orgasmo. Sin embargo, en un nivel subconsciente, cuando escoges estás manifestando (sabiéndolo o sin saberlo) muchas cosas sobre tu propia personalidad.
Movimiento: el misionero es la posición más tradicional y la forma en la que estamos "educados" a tener relaciones sexuales. Es también la postura que vemos con mayor frecuencia en películas y programas de televisión.
Pero a pesar de esta posición es un clásico, un hombre que prefiere el misionero puede ser algo inseguro o "tener la necesidad de ver como responde su amante ", comenta Ava Cadell terapeuta sexual y autora de Neurolovology.
También podría ser que quieras tener el control durante el acto y el misionero te permite también llevar las riendas de la actividad.
Puesto que la posición pone a los individuos cara a cara, hay cierta intimidad, pero también puede mostrar tu falta de confianza con la situación o la persona a la hora de moverte a otras posturas del arsenal. "Es romántica pero no muy aventurero", señala Cadell.
Cambia las cosas: no hay nada de malo en amar los clásicos, pero asegúrate de dar un paseo por el lado salvaje de vez en cuando.
"Si sólo puedes alcanzar el clímax con el misionero, es un problema", dice Cadell, y deberías hacer una "reprogramación" de tu vida sexual.
Trata de cambiar a tu pareja a tu parte superior, conservarás la misma intimidad pero renunciarás a parte del control y condimentarás tu vida sexual.
Movimiento: nunca he conocido a un chico que no le gustara. Hay quienes creen que es cómo el hombre estaba destinado a tener relaciones sexuales.
Un amante del perrito "se nutre de su instinto animal territorial, como el rey de la selva", apunta Cadell, "pero también tiene miedo de la intimidad y, en general, es poco romántico."
Después de todo, no vas por la entrada trasera porque te apetece susurrarle dulces palabras al oído.
Cambia las cosas: no conseguirás una penetración más profunda que con la de esta posición. Pero lo que ganas en profundidad, lo pierdes en la intimidad. Para compensarlo, ¿por qué no pruebas una cucharita de vez en cuando?
De esta forma seguirás entrando desde atrás, pero cambiarás la connotación del sexo y tu pareja ya no se sentirá como un pedazo de carne.
Movimiento: la belleza de esta posición es que hay un millón de maneras de hacerlo... y que todo depende del otro.
Los hombres que aman a sus parejas sobre sí, es probable que traten de complacerlas. Cadell dice que este movimiento demuestra que "tienes confianza a pesar de estar algo sometido a sus deseos, pero a la vez puedes ser dominante al dejar que el llegue al orgasmo con una penetración más profunda."
Cambia las cosas: sabemos que te gusta la vista desde allí abajo, ¿verdad? Pero toma el control de vez en cuando volteándolo. El apreciará el cambio en el rol del poder. ¡A el también le gusta verte desde abajo!
Movimiento: teniendo en cuenta que el 'cucharear' se asocia más con abrazarse y dormir, no es de extrañar que esta posición súper íntima sea a menudo la que más gusta a los hombres con un punto de ternura.
Estos hombres a los que les gusta esta postura más que otras no son unos cobardes, son gente "apasionada y con ganas de complacer a su amante," comenta Cadell.
Cambia las cosas: a todos nos gusta experimentar el lado más dulce del sexo y las propuestas más románticas. Aunque también puedes tener intimidad mientras estás subiendo la temperatura de tu vida sexual.
Desde esta postura prueba a estimular su próstata rodeándolo con el brazo o pasa a una posición lateral del misionero, podrás contemplarlo amorosamente a los ojos y además penetrarlo más profundo.
Movimiento: presiónalo contra la puerta principal, la pared embaldosada de la ducha o ízalo sobre la alacena de la cocina. Puedes tener relaciones sexuales estando de pie en casi cualquier lugar...
Por eso, los individuos a los que les encanta esta postura son aventureros y, a menudo, les excita la idea de ser traviesos.
Los hombres que lo hacen así son "amantes pícaros que consiguen la excitación al pensar que pueden ser pillados infraganti. Quieren tener toda la diversión posible sin considerar las consecuencias", dice Cadell.
Cambia las cosas: la novedad es parte de lo que mantiene tu vida sexual caliente, así que no dejes que repetir esta posición una y otra vez se convierta en algo aburrido con el tiempo... ¡Opta por la variedad!
Varia los lugares donde hacerlo, pero también cambia a otras posturas como la del perrito; por ejemplo, tú puedes mantenerte de pie y él mientras apoyar las manos o su cuerpo en una mesa. ¡Mantén las cosas interesantes!
FUENTE: Mens Health