La pornografía es uno de los temas de mayor debate en la sociedad. Así como el consumo es normal, este también puede traer efectos en las relaciones de las personas.

Un estudio realizado por la revista Journal of Business Ethics, la pornografía aumenta comportamientos nocivos de los empleados en sus actividades laborales. Las actitudes más comunes son el fraude y conductas maquiavélicas con sus pares.

“La pornografía a menudo se enmarca como un problema que afecta solo a personas y relaciones fuera de un contexto comercial. Las empresas están formadas por personas, y las personas toman decisiones. Si tiene un fenómeno social y tiene un impacto negativo, eso tiene el potencial de impactar en los resultados a altos niveles”, afirmó en un comunicado la coautora del texto, Melissa Lewis-Western.

El estudio se realizó con 1.200 voluntarios divididos en dos grupos. Al primero se le pidió que recordaran su última experiencia al ver pornografía, al segundo se les pregunto por deporte.

Luego ambos grupos debían ver un video con subtítulos de 10 minutos de duración que consistía en un fondo azul con una voz monótona que habla. El objetivo era precisamente que los voluntarios se aburrieran.

Los resultados arrojan que el 21% de los que vieron pornografía, no terminó el video. El segundo grupo solo presentó una proporción del 8%. El aumento en el comportamiento no ético es causado por una mayor propensión a deshumanizar a otros: el consumo de pornografía aumenta la propensión del espectador a ver a los demás como objetos o menos que humanos.

“Si tienes una gran parte de tus empleados que consumen pornografía en el trabajo, es probable que cambien sus comportamientos y que esos cambios sean negativos. Ahí es donde debemos comenzar la conversación. La pornografía no es mala, se puede crear para ambientes de trabajo que sean inclusivos para todos” conluye Lewis Western.