Dicen que la primera impresión es la que más cuenta, por eso siempre queremos dar la mejor imagen de nosotros (sobre todo si es en una cita o en una entrevista de trabajo, que hay mucho en juego). Más allá del atuendo elegido o del peinado, una de las cosas que más llaman la atención de algunas personas es la sonrisa: unos dientes colocaditos, en su sitio y con un tono blanco (que no hace falta que sea nuclear) queda bien a todas las caras.

Lo más recurrente es decantarte por un blanqueamiento dental para lograr ese blanco que, con el tiempo, tus dientes han ido perdiendo. Aunque pueda parecer una moda pasajera en la era de las redes sociales y la importancia del "salir bien en las fotos", lo cierto es que el blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más demandados para mejorar la apariencia estética de una sonrisa. Pero sobre él planean muchas sombras de procedimientos engañosos que no resultan ser del todo efectivos.

Actualmente, es fácil encontrar ofertas de productos de blanqueamiento dentalen negocios que distan mucho de ser una clínica sanitaria y que no son tratamientos establecidos por un dentista adecuado a cada paciente. Al final, estos productos van ligados a las prisas y lo fácil, dos ingredientes que no son buenos compañeros de un blanqueamiento dental efectivo. Los productos blanqueantes en forma de tiras impregnadas, pastas dentífricas o geles de uso domiciliario no dispensandos por dentistas tienen una eficacia bastante reducida por algo tan lógico como que la concentración del producto blanqueante es muy reducida.

¿Cuál es la mejor forma de obtener un blanqueamiento dental efectivo?

"La obtención de un color que cumpla con las expectativas del paciente y que perdure en el tiempo siempre va a venir de la mano del empleo de técnicas optimizadas a las características del paciente y de productos realmente eficaces y seguros, durante el tiempo necesario", aseguran el odontólogo Primitivo Roig, propulsor de la Odontología Slow (Valencia) y el doctor José Amengual, profesor Universidad de Valencia y experto en blanqueamiento dental.

Se trata de técnicas que se pueden realizar en el domicilio; en este caso es el propio paciente quien se coloca el producto blanqueador en los dientes. O bien, en la consulta del doctor, entre las que se encuentran aquellas en las que se coloca el producto blanqueador directamente sobre los dientes con un pincel entre dos o cuatro veces, o en las que el producto se puede activar con una luz adecuada.

El éxito del blanqueamieto también va a ir de la mano de la filosofía slow, pensada para aquellos que de verdad desean tener los dientes más blancos con un resultado que perdure en el tiempo lo máximo posible. "Un diente necesita tiempo y calma para que el diente interactue con el producto blanqueante y modifique su color. Para aquellos que buscan algo rápido e inmediato… tendrán que conformarse con un resultado mediocre y más volátil", aseguran los especialistas.

Así pues, olvídate de recurrir a estas fórmulas no milagrosas si quieres lucir unos dientes bien iluminados y pide cita a tu dentista para preguntarle cuál es la mejor técnica de blanqueamiento dental para ti.