El pene es una parte importante de la energía de los hombres y va más allá de su capacidad para obtener y mantener una erección o eyacular, muchas veces la mala manipulación del miembro puede acarrear consecuencias muy dolorosas.
No doblarlo durante la erección: El pene es un músculo, no solo piel y venas, es por ello que si lo doblas mientras está erecto puedes llegar a causar una fractura o una rotura fibrilar en una zona muy sensible.
Morderlo: La piel que rodea el pene es muy delgada y si lo muerdes puedes hacerle alguna herida y por lo delicado de la zona en cuanto a la higiene y humedad producir una infección. Las consecuencias podrían ser desastrosas. Además, duele mucho. Imagina que te muerden un pezón o, peor, el clítoris.
No le coloques peso: Por mucho que sea un músculo, no debes entrenarlo como haces con tus bíceps en el gimnasio. Existen otros tipos de ejercicios para fortalecer el pene, pero el ponerle peso no es lo idóneo.
No lo estires: Al igual que cada parte del cuerpo el pene tiene un punto máximo al que puede ser estirado. Si se sobrepasa, puede sufrir lesiones permanentes.
Presión excesiva: Una presión normal excita a tu pareja, pero si su pene sufre una presión excesiva, puede sufrir un derrame y todo lo que eso implica: dolor, hinchazón, problemas internos, etcétera.
El pene es un órgano muy sensible y la mejor forma de estimularlo es frotarlo rápidamente cuando este húmedo y si quieres que tu pareja sienta un gran placer puedes hacer un poco de presión en la parte inferior del miembro. Del resto es mejor tener cuidado.
Andar en bici mucho tiempo: Montar una bici por más de tres horas cada día, puede elevar el riesgo de padecer disfunción eréctil, de acuerdo con un estudio de la Universidad de California. Debido a que el asiento duro de la bici comprime la zona del perineo, lastimando las arterias vitales y los nervios necesarios para la función sexual normal.
Falta de limpieza: El pene se limpia como cualquier otra parte del cuerpo, con agua y jabón neutro de preferencia; de lo contrario, utiliza el mismo jabón que usaste para el resto del cuerpo. La falta de higiene es uno de los factores para desarrollar cáncer en el pene, según especialistas de la Asociación Española de Urología (AEU).
Estimulación excesiva: La frecuente actividad sexual (masturbación o coito) también crea un exceso de hormonas sexuales y neurotransmisores en el cerebro. Con un exceso de estos químicos, es posible que aparezcan algunos síntomas como la fatiga, en tanto que algunos hombres llegan a tener erecciones más débiles en el largo plazo.
Untar cosas: La piel de los genitales es mucho más sensible que la piel del resto del cuerpo. Experimentar con diversas sustancias o cremas puede llegar a ser satisfactorio, sin embargo, esto de preferencia sólo se debe realizar con lubricantes o cremas especiales, de lo contrario sólo generará irritación y escozor o comezón, hasta lesiones o quemaduras.
Broncearlo: La sobre exposición a rayos UV, ya sea al aire libre o en una cama de bronceado, puede hacer que la piel del pene se torne más gruesa, se irrite y cause dolor o malestar.
Es importante también considerar los lugares donde se tienen relaciones, de manera particular al aire libre o en piscinas, debido a que agentes ambientales puede ocasionar algún tipo de irritación o malestar.
Asimismo, se recomienda no intentar posiciones sexuales muy acrobáticas con la finalidad de evitar movimientos no naturales del miembro que causan lesiones al pene.
FUENTE: Mundo oopi