La historia detrás del famoso hilo rojo





»Y por siempre estarán unidos por un hilo rojo atado a sus dedos»…

Esta famosa creencia tiene su origen en la cultura oriental, y se cree que las personas destinadas a conocerse y estar juntos están conectadas a través de un hilo rojo, el cual nunca desaparece y permanecerá atado por siempre a sus dedos, a pesar de la distancia o el tiempo que transcurra. Descubre la leyenda detrás de esta popular creencia

Según la creencia, este mágico hilo el cual de un extremo está atado minuciosamente a tu dedo meñique estará contigo desde el momento de tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida, con el fin de unirte a la persona predestinada a estar contigo, pase lo que pase...

¿Por qué el hilo está atado a nuestro dedo meñique?

Esto surge después de descubrir que la arteria ulnar conecta el corazón con nuestro dedo meñique, entendiéndose que al nuestro corazón estar unido con esa arteria, por medio de nuestros meñiques y el hilo rojo del destino podríamos unir nuestros corazones... es decir, simbolizar el interés compartido y la unión de nuestros sentimientos.

La leyenda detrás de esta famosa creencia: La leyenda más popular entorno al hilo rojo y la que se recita en casi todos los hogares orientales a los pequeños es esta:Hace muchísimo tiempo, un joven emperador el cual estaba en busca de su amor, se enteró de que en una de las ciudades de su reino vivía una bruja muy poderosa, la cual tenía el poder y la gran la capacidad de descubrir y ver el hilo rojo del destino de cada persona. Sin pensarlo dos veces, el emperador la mandó traer ante su presencia...

La leyenda detrás de esta famosa creencia: La leyenda más popular entorno al hilo rojo y la que se recita en casi todos los hogares orientales a los pequeños es esta:Hace muchísimo tiempo, un joven emperador el cual estaba en busca de su amor, se enteró de que en una de las ciudades de su reino vivía una bruja muy poderosa, la cual tenía el poder y la gran la capacidad de descubrir y ver el hilo rojo del destino de cada persona. Sin pensarlo dos veces, el emperador la mandó traer ante su presencia...

Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie, haciendo que el joven emperador se acercara para decirle: “Aquí termina tu hilo”. Al escuchar esto, el emperador enfureció de una manera exorbitante, creyendo que era una burla de la bruja.Empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña hija en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza, hecho que se realizó sin réplicas. Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor fuera que desposara a la hija de un general muy poderoso. El emperador aceptó esta decisión y comenzaron todos los preparativos para esperar a quien sería después la elegida como esposa del gran emperador. Llegó el día de la boda, pero sobre todo había llegado el momento de ver por primera vez la cara de su esposa.

Ella entró al templo con un hermoso vestido y un velo que le cubría totalmente su rostro. Al este levantar su velo, vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Era la cicatriz que él mismo había provocado al rechazar su propio destino años atrás... Un destino que la bruja le había puesto al frente y que él había decidido no creer. La enseñanza de la leyenda del hilo rojo, según la tradición japonesa tiene que ver con la comprensión del destino y el papel preponderante que juega el amor en este hilo. Muestra claramente cómo los amores destinados son imposibles de cambiar, y que hagamos lo que hagamos no podemos escapar de la persona que nació para amarnos.¿Crees en esta leyenda? ¿Piensas estar atado a una persona por razones del destino?

FUENTE: Culturizando




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