Alguna vez se han preguntado el porqué al canto de las personas se le llama que es la voz del alma, o porqué Las Golondrinas simbolizan la libertad, porque justamente esa esencia etérea es la que muchas personas a veces olvidamos, hasta el día que nos damos cuenta que nos hemos olvidado de nosotros mismos y expresar realmente lo que sentimos aunque tengamos el alma herida, sin embargo, a veces a través del canto es la única vía con la que podemos conectar con nuestra naturaleza humana, con nuestros sentimientos, ya que el día que dejemos de sentir dejaremos de ser humanos.

Precisamente con esa emotividad, esa intensidad, esa elegancia y sutilidad, pero sobre todo con esa inteligencia es como el escritor español Guillem Clua, mismo creador de Smiley (2022) nos retrata una historia testimonial inspirada en el atentado al Bar Gay Pulse en el 2016 en Orlando, Florida en el cual fueron asesinadas a sangre fría 49 personas y que el autor se atrevió a escribir de una manera inigualable, mostrando la capacidad de los seres humanos para canalizar y sentir el dolor ajeno como propio, en medio de una historia que puede conmover hasta las lagrimas pero que aún así, tiene momentos en los cuales te recuerda la razón por la cual vivimos a pesar de las adversidades, pero resaltando la importancia de lo frágil que podemos ser como personas y lo que el amor puede lograr incluso después de la muerte.

La puesta en escena, es simplemente excepcional desde el momento que es una garantía que tiene como productor al periodista Oscar Uriel y que tuvo la excelente decisión de poner al frente de la dirección a un monstruo de director como lo es Alonso Iñiguez (Sexo, pudor y Lagrimas 2) que logra poner al limite de sus capacidades histriónicas a una Diosa de la actuación como lo es la primera Actriz Margarita Sanz que regresa a las tablas y nos vuelve a fascinar como sólo ella sabe hacerlo, tanto en cine como en televisión con personajes entrañables y el de Amelia no es la excepción, acompañándola un grande de la actuación que a pesar de su corta edad, tiene una experiencia impresionante, el actor German Bracco que nos da cátedra de lo que es actuar y que hemos visto de igual forma en cine y televisión con papeles memorables y que en esta ocasión nos da a un Ramón al cual vas a querer abrazar con el alma, desde el momento que conecta tanto con el público como con el personaje de Amelia; Bracco alterna funciones con Alejandro Puente, que aunque no me toco disfrutar de su actuación, de la misma forma ha recibido muy buenas críticas por su interpretación.

La historia en sí misma, es poderosa con dos actores a cuadro que no necesitan más que su calidad humana a flor de piel en el escenario, ya que nos cuentan lo trágico que es para una madre sobrellevar la muerte de su único hijo de una forma intempestiva e injusta como a veces la vida puede serlo y como a través del tiempo llega a su vida un muchacho que le hará ver una parte que desconocía de su hijo y lo importante que es aprender a querer en vida tal cual y como venga, aceptando con errores, defectos y preferencias pero sobre todo darse cuenta que en su dolor no esta sola ya que hay alguien más que sufre ese dolor igual o más que ella , pero que el destino hará que canalice ese duelo a través del arte, ya que Amelia es una profesora de Música y Ramón decide un buen acudir con ella por unas clases de canto y aprender la canción de “La Golondrina", sin imaginar lo que ambos vivirán juntos en esta conmovedora historia.

La Golondrina, no puede pasar desapercibida, me atrevería a decir que es de las mejores obras que hay en cartelera en lo que va de este año, porque no es una obra común que sólo pretenda conmover al público, es más que eso, es una protesta a todas aquellas voces que fueron y han sido perseguidas por años y que injustamente han sido calladas de formas inhumanas y violentas, más allá de visibilizar a la comunidad LGBT+ es una obra que informa tanto a los que no saben del tema, como a los que saben peri de una forma inteligente pero llegando a mover fibras sensibles y concientizar sobre la sociedad que hemos construido y que lugar hemos puesto a la comunidad LGBT+ que lo único que ha hecho es enriquecer en el entramado social actual con su cultura.

Esta puesta en escena, llegó a carteleras en un mes muy especial para la Comunidad por tanto, seria de suma importancia que inviten a ver a los padres de familia, a los maestros, a los vecinos, esta joya de obra que sin duda alguna debería ocupar un lugar imprescindible en las carteleras.

Estoy seguro e invito a su casa productora BH5 Studios a cargo de Oscar Uriel que tendrán un éxito tremendo sin embargo, si seria necesario darle más difusión ya que una obra como La Golondrina se convertirá en un bastión para la cultura teatral, por tanto debe de tener llenos totales por la magnitud del mensaje que lleva no nada mas a la comunidad teatral sino a la sociedad en general.

La Golondrina se estará presentando en el Teatro Milán con 20 funciones programadas en el mes de junio durante los fines de semana, esperando que se pueda extender temporada, los boletos lo pueden adquirir directamente en taquillas o mediante Ticketmaster.

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