La Gaviota , una adaptación mexicana al clásico de Chéjov

(7 de Septiembre de 2022)

“La gaviota” es uno de los cuatro clásicos de Chéjov, dramaturgo ruso quien la escribió en 1896. Esta obra se centra en los conflictos románticos y artísticos entre cuatro personajes: La ingenua Nina, la anteriormente gloriosa actriz Irina Arkádina, el dramaturgo experimental Konstantín Tréplev, hijo de Arkádina, y el famoso escritor Trigorin sin embargo para esta adaptación los personajes serán Marina, Gertrudis, Carlos y Enrique respectivamente.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Esta adaptación es una nueva experiencia que literalmente te invita a la casa de campo de la familia Trueba donde no solo entrarás en ella sino en la vida llena de vacíos que cada miembro de la familia enfrenta, donde cada uno de ellos busca encontrarse a si mismo para darle valor a su propia vida.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Desde que llegas al teatro la experiencia comienza, ya que Fide (la mucama) te estará atendiendo y acompañando en tu espera para la función, así como al entrar y tomar tus lugares, donde podrás escoger butacas o incluso dentro de la casa (Escenario).

Fotografía por Charly Duchanoy ©

En "La Gaviota" podemos ver varios conflictos individuales que cada uno de los personajes va enfrentando sin embargo el tema principal, que lo eclipsa todo, es el conflicto que se apodera de tres personajes principales, Carlos, Marina y Enrique: la creación literaria, la chispa creadora, la epifanía.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Mientras los tres personajes se debaten en la angustia que les provoca la creación artística en alguna de sus formas, de fondo corren, apenas dibujadas, o más bien desdibujadas, unas pequeñas subtramas. Es cierto que hay una especie de relación amorosa de Carlos por Marina, de Marina por Enrique, de Gertrudis por Enrique… y existen los celos de Gertrudis por Marina, de Carlos por Enrique…incluso un conflicto de Carlos con su madre todos estos llevándonos por una montaña rusa de emociones.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

La gaviota, el animal, el pájaro, representa eso: la Creación. En Carlos, el ansia creadora terminará muerta y corrompida; la vocación, en Marina, extraviada en la rutina como ya le ha sucedido a Gertrudis; y la creación está acartonada, acomodada, machacada por la rutina de Enrique, que incluso ordena embalsamar la gaviota, aunque luego no lo recuerde, en una clara imagen de cómo una vez fue un autor creativo que ya ha dejado de serlo, que en algún momento experimentó la chispa, pero ha olvidado el cómo. Porque la gaviota de la creación literaria, que puede desplegar sus alas y elevarse, se ha convertido en un ser inerte, muerto en manos de estos artistas derrotados, incluso en algo caduco y disecado.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Una obra sorprendente, redescubierta como nueva con cada lectura, con una corriente subterránea conmovedora, con unos personajes inolvidables, con un planteamiento sobre la creación literaria, sobre la vida como problema estético, turbador y ciertamente derrotado; una amargura deliciosa. Es así como “La Gaviota” nos invita a mirarnos y mirar en nuestro interior descubriendo en nuestra vocación el valor de la vida y poder encontrar nuestra propia felicidad.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

El Elenco esta conformado por Kerygma Flores (Gertrudis), Hugo Rocha (Carlos), Alan Ruiz (Enrique), Miranda Labardini (Marina), Brenda Cruz (María), Jorge Mejía (Claudio) y Alhelí Ábrego (Fide) todos ellos haciendo una gran mancuerna en el escenario, donde es claro que su trabajo en conjunto es clave para lograr poder tantos conflictos en el escenario y que el público pueda deleitarse y salir con ese sabor agridulce que una obra así nos deja.