Cuando pensamos en obras que sean el verdadero ejemplo de una brillante producción, sin duda resaltará Junio en el '93 entre las opciones, y es que no es de sorprender su vuelta a nuevas temporadas y en nuevos espacios, por lo que te contaremos un poco si aún no la has visto.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
A partir de las memorias de Alejandro Reyes, acompañamos al protagonista, Junio, por pequeños episodios de su vida a partir de recibir el diagnóstico, seropositivo, cómo lo recibe y cómo dirige su vida con esto, ya que partirá a Veracruz al ensayo de un nuevo montaje y muchas cosas en las maletas.
Una vez instalado, se unirá en ensayo a Óscar, Venus y Homero, quienes cada uno con su personalidad y problemas, aportarán a la visión de Junio en esta nueva etapa donde además dejara a su novio Roberto en la ciudad, para verse envuelto en un tórrido encuentro con Ulises, lo que cambiará todo lo que creía ya definido.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
Los prejuicios siempre serán una limitante, aún más los propios, pues situados en otra época que da título a la obra, comienzan a armarse estigmas producto de la desinformación y la novedad, con medicamentos prescritos y adecuaciones al estilo de vida, el VIH se torna no un enemigo, sino un hilo narrativo para conocer el lado más humano de nuestro protagonista sobrellevando el diagnóstico.
Con anhelos y sueños, el pensamiento se moldea con atisbos de inquietudes y miedo, Luis Mario Moncada teje un texto de potente mensaje en el que un estilo de bella interpretación contiene con sutileza la fuerza de un tema expuesto con documentación y respeto, para llevar a sus personajes por un sendero de firme paso a través de innumerables referencias y guiños a la fecha y localización, desde un noticiero o un café con leche.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
La dirección de Martín Acosta, sin duda se lleva palmas por la precisión con que es aplicada, creando en todo momento cuadros de una estética visual que encanta a la vez que mantiene la atención sin espacio a la distracción y el bostezo, ya que nutre de ritmo y dinamismo el largo de la obra en una interpretación ideal del texto.
El elenco se luce y realmente da vida a la historia, pues dan muestra de un gran entendimiento de su guion, en perfecta mancuerna con el trabajo de dirección, conformado por Baruch Valdés, Miguel Jiménez, Mel Fuentes y Medín Villatoro se entregan de manera tal que podemos ver en su corporalidad y gestos los pensamientos de sus personajes, el tránsito de sus motivaciones y el trabajo conjunto que hay detrás para llevarnos de la risa al shock y a los aplausos.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
La reflexión y la simpleza del ser son ejes motores también del montaje, y aunque se encuentran ya finalizando temporada, no dudamos de su pronto regreso a los escenarios. Es uno de los imperdibles de la cartelera teatral.
Junio en el 93 se presenta en el Teatro Helénico los días martes y miércoles a las 20:00h, así que no te la pierdas.
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Por Gualberto Ortiz para Boy4ME