Mientras la Secretaría de Salud (SSa) se enfoca en la contención y mitigación del coronavirus, instituciones académicas están apoyando desde su trinchera y poniendo su granito de arena con investigaciones que ya han encontrado su aplicación tangible. Tal es el caso del Cinvestav (Centro de Investigación y Estudios Avanzados) que desarrolló una prueba para detectar el SARS-CoV2 —que da resultados en 15 minutos y se enfoca en personas asintomáticas o que presentan síntomas leves.
Así como lo leen, estamos hablando de una “prueba rápida” que podría ayudar a las autoridades para ubicar los casos asintomáticos de coronavirus y prevenir su propagación. ¿Cómo funciona?
La técnica que utilizaron los investigadores del Cinvestav se basa en la transcripción reversa acoplada a la amplificación isotérmica mediada por bucle. ¿Que qué?
Va de nuez: la detección de coronavirus se hace gracias a una prueba molecular que es conocida como Transcriptasa Inversa y Reacción en Cadena de Polimerasa (RT-PCR por sus siglas en inglés) —con ella, los médicos pueden saber de la existencia del material genético del virus.
Sin embargo, el problema de esta prueba es que es muy costosa y, por lo tanto, su aplicación es limitada —lo hemos visto desde que el coronavirus llegó a nuestro país y en la mayoría de los casos internacionales.
Entonces, los investigadores y las investigadoras del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav desarrollaron una técnica para hacer pruebas a bajo costo y de manera rápida.
A diferencia del RT-PCR —“donde la muestra se somete a distintos ciclos de temperatura”—, en la propuesta del Cinvestav la muestra se incuba a 65 grados centígrados.
Y para llevar a cabo el análisis de la muestra no se necesita de equipos sofisticados (RT-LAMP); al contrario, esta se puede aplicar en el sitio donde están los pacientes que necesitan el diagnóstico.
Para fines prácticos, la técnica que desarrolló el Cinvestav se trata de una prueba portátil que funciona con un dispositivo —con una resistencia similar a la de una plancha— que maneja una temperatura constante de 65 grados, los que se necesitan para incubar la muestra del paciente.
¿Y luego? Con este dispositivo los médicos pueden seguirle el paso al avance y los resultados de la prueba. Es más, para conocer los resultados, sólo es necesario usar una app para teléfonos Android.
El chiste de esta app es que envía los resultados de la prueba vía correo electrónico.
De acuerdo con los investigadores del Cinvestav esta prueba le tiraría un paro al gobierno de AMLO para contener los casos de coronavirus. Beatriz Xoconostle Cázares, investigadora que participó en este proyecto, reiteró que es ideal su aplicación en personas asintomáticas —aquellas que no desarrollan los síntomas del coronavirus— o personas con síntomas leves.
¿Por qué? Al no presentar gravedad en los síntomas, fácilmente se podría detectar el coronavirus sin que tengan que lanzarse a los hospitales y saturar el sistema de salud.
Es más, con esta prueba se podría ubicar cómo se mueve el coronavirus y tener un control en los portadores invisibles —evitando la propagación del COVID-19.
Ojo, por lo pronto este es un proyecto que presentará su solicitud de validación ante el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE). Si todo sale bien, la prueba podría ser utilizada con todas las de la ley en hospitales y laboratorios.
Este es sólo una muestra de la gran chamba que se lleva a cabo en el Cinvestav —que también desarrolló un respirador inteligente a bajo costo para ser usado en las unidades médicas de cuidado intensivo y que ofrece respiración artificial a los enfermos graves de coronavirus.
FUENTE: Sopitas