El teatro permite grandes libertades creativas, incluso meta -ficciones donde se dejan verlos tributos a lo que representa como arte v como espacio físico de gran respeto entre la comunidad teatral y su relación con los espectadores, desde sus inicios y sus continuas transformaciones según las adversidades recurrentes, por lo que en Indecente a la par de la narrativa en curso, se hará una muestra visual de esta experiencia.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
Situada en tiempos del Holocausto, el pesar es palpable en el aire y la tensión lleva a la sociedad a extremos impensables, y de entre las respuestas posibles a la situación es que una compañía de teatro india haría posible la controvertida historia de Sholem Asch, El Dios de la venganza y su tortuoso paso por los escenarios al presentar un beso lésbico en escena y su consecuente censura por los países de su presentación, significando una revolución paralela a la social en donde el único fin era el entretenimiento de contenido.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
De Paula Vogel, dramaturga ganadora del Pullitzer, hará una doble historia en donde además de la recreación de fragmentos importantes de la obra de Asch, viviremos de cerca la travesía vivencial de los actores detrás del montaje, su lucha incansable por mantener el proyecto en la visión del público y cómo se gestaría desde el núcleo más cercano.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
Los sentimientos y el enfrentamiento con el prejuicio de una sociedad sin preparación para este relato, la vida personal con sus propios declives y el riesgo mismo de un tiempo para ser. Elementos que en conjunto crean una historia de perfecto ciclo narrativo, sin dejar cabos sueltos o a la interpretación, llevando a sus personajes y temática al clímax de la interpretación dirigida.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
De profundo sentido humano y honesto, el guion se hila a través de temas universales de profunda reflexión e identificación, como el amor, la comunidad judía en búsqueda de la posibilidad der ser, la censura y barreras que se materializan por el idioma y la cultura, pero sobre todo la naturalidad de expresarse para sí mismo y para con los demás. Indecente toma vida como un relato de profunda existencia, haciendo notorio el proceso evolutivo para ver cómo se mantiene vigente un texto en esencia que ahora nos pareciera como algo natural y de fácil distribución y exposición.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
Christian Magaloni toma la batuta de director en una elección que luce precisa y que no deja espacio a pensar en otra persona más al mando, pues sabe apoderarse del texto para hacer una limpia traducción a la recreación escénica pues entiende lo que el mismo contiene y cuenta, para hacerlo también desde su visión fiel y personal, dejando claros los matices que le conforman desde la sutileza y naturalidad del amor en representación hasta la profundidad del orgullo cultural aún cuando esto signifique atentar sin pretenderlo, con la vida misma. Vida que se ve enriquecida por el valor que agrega el teatro y su significado.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
El escenario es investido a manera de doble función en donde tenemos también el tablado donde se presenta El Dios de la venganza, con una expuesta muestra de la tramoya y las luces que dan verdadera vida a la par de los actores a lo que ahí acontece en un esfuerzo conjunto de varias personas.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
La creación de desarrollo escénico roba la atención por la precisión rítmica y consciente de la esencia a transmitir no sólo en narrativa, sino también en dibujar en un fondo perceptible de la situación social que permea en el aire mientras la magia del teatro va tomando forma.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
El elenco es formado por Alberto Lomnitz, Elizabeth Guindi, Ana Guzmán Quintero, Majo Pérez, Roberto Beck, Jorge Lan y Federico Di Lorenzo, una real compañía que hace honor al nombre, por la manera de apoyarse y dar pie a la confianza actoral para el otro en un contrapunte de acción-reacción que se mantiene en ascenso hasta el momento de las gracias, y es que con Leo Soqui, Cecilia Becerra y Rodrigo Garibay musicalizando en vivo y en escena en todo momento, se crea perfectamente una atmósfera en donde las sorpresas que generan las decisiones de dirección se presentan como un acierto más a los anteriores.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
Tenemos momentos de brillante interpretación, como aquel en donde una lluvia inexistente lleva al imaginario del espectador a sentir el agua por las actrices en cuestión, o un momento donde vemos el tiempo pasar a través de las múltiples representaciones de este montaje.
Fotografía por Charly Duchanoy ©
Indecente es sin duda un ejercicio de excelente ejecución, en donde aquel adjetivo que da título a la obra figura más como un antónimo por el alto volúmen de los aplausos al finalizar. Se presenta con funciones los días jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00h en una temporada prevista hasta el 2 de octubre en el Teatro Helénico. No te la pierdas.
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Por Gualberto Ortiz para Boy4ME