Hacer ejercicio hoy no compensa lo que comiste ayer





Lo de salir a correr porque ayer nos hartamos de comer mal no funciona del todo así. Es normal que haya cierto sentimiento de culpa por pasarnos con la comida basura, pero salir a correr un rato no va a compensar del todo un atracón de fast-food.

Para comenzar, el tema de las calorías. Aunque sabemos que una caloría no es exactamente una caloría, un menú de comida basura suele llegar a las 1000 kcal. Tendríamos que correr durante una hora a un ritmo de 5 min/km para quemar esas calorías.

El deporte no puede compensar una mala conducta alimentaria

Pero la cuestión no son las calorías, sino el tipo de nutrientes de baja calidad que hemos tomado y los nutrientes de buena calidad que hemos dejado de tomar. Y, también, la respuesta hormonal y metabólica que nuestro organismo ha tenido ante esa comida, algo que el ejercicio ya no puede remediar a toro pasado.

Desde luego, mejor salir a correr al día siguiente que quedarse en el sofá. Pero lo que queremos hacer ver es que la conducta habitual de salir a correr o hacer deporte para compensar una mala conducta alimentaria no funciona, sobre todo a largo plazo.

Ya vimos en el documental español Super Train Me como el deporte diario, acompañado de una mala alimentación durante 30 días, no compensa del todo los efectos negativos de esa dieta, aunque los atenúe.

El binomino alimentación-ejercicio es muy importante y deben estar en consonancia. Si el deporte puede paliar en parte los efectos negativos de una dieta nefasta, imagina lo que puede llegar a hacer por nuestra salud si encima tenemos una alimentación saludable. Es tan importante lo que comemos como cuánto nos movemos (aunque para perder peso parece que la dieta tiene más peso).

La comida basura puede tener cabida en una dieta saludable pero, desde luego, mucho mejor si la aliminamos por completo. Ningún alimento es imprescindible, menos aún este tipo de comida.

FUENTE: vitonica




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