Somos más miserables gracias a Grindr. Este hecho parece tan triste como real, y ahora tenemos la confirmación con un estudio que ha hecho Time Well Spent con cerca de 200.000 usuarios de iPhone.

Las preguntas eran muy simples: ¿qué app te hace más feliz y cuál te hace más triste? Y mientras las apps que mejor funcionan son las de meditación, aprovechamiento del tiempo y demás, la app que más tristes nos hace es, de lejos, Grindr.

Todo esto nos hace pensar el uso que hacemos de una app y de una herramienta que en principio debería ser muy positiva. Es lógico que la gente no espere encontrar el amor en Grindr, pero eso no quita que tenga que ser una app que nos ponga tristes por vivir demasiadas experiencias malas. Tener una pantalla y no tener que decir las cosas a la cara, junto a la cultura de la inmediatez, nos ha convertido en unos verdaderos monstruos que dicen cualquier burrada para quitarse a una persona de encima y pasar a la siguiente.

Estamos seguros de que no solo las personas que sufren racismo y discriminación se sienten miserables, los propios gays racistas y homófobos que encuentras en la app seguro que al final del día se sienten vacíos y ridículos. ¿Es hora de cambiar la forma de ver y usar Grindr?