La Universidad Guelph de Canadá, nos sorprendió esta semana con la publicación de un estudio, según el cual las relaciones poliamorosas son tan felices como las monógamas.
Según explicó la propia universidad, para realizar este estudio se contó con la ayuda de 348 parejas, 206 de las cuales mantienen una relación monógama tradicional mientras las otras 142 son parejas en una relación abierta.Los investigadores realizaron encuestas y ejercicios que permitían saber el nivel de satisfacción de estas personas en sus relaciones, preguntas que incluyen el que tan seguido piensan en la separación, o si comparten sus secretos con su pareja y como manejaban algunos asuntos personales.
El resultado final sorprendió a más de uno y reveló el hecho de que,al menos en los Estados Unidos, el 7% de las relaciones existentes NO se rigen por la tradicional estructura monógama a la que estamos acostumbrados.
Pero lo más revelador es el haber identificado que las parejas monógamas y las parejas abiertas no son más felices la una o la otra según las estructuras de la relación.
Jessica Wood, una de las doctoras encargadas de publicar el estudio en la revista científicaSocial and Personal Relationships, resumió el resultado diciendo:
“Encontramos que las personas en relaciones abiertas, consensuales, experimentan los mismos niveles de satisfacción en la relación, bienestar psicológico y satisfacción sexual que aquellas en relaciones monógamas”.Con estos resultados el estudio puede ayudar a erradicar el mito de que la monogamia es la estructura ideal para todas las relaciones, pues las relaciones abiertas, si bien no son exclusivas de nuestra comunidad, prevalecen y son más comunes entre las personas Gay y reciben muchas criticas derivadas principalmente de la ignorancia y la falta de empatía.
Estudios como estos nos permiten entender, desde un punto de vista más científico e imparcial, que la definición de felicidad en pareja puede variar de persona a persona y que los que nos hace sentirnos realizados en nuestra vida amorosa puede diferir de lo que hace feliz a los demás.
FUENTE: Revista Zero