Esta receta es fácil de hacer, y requiere de poco tiempo. Solo necesitas grenetina, vino, leche y uvas para crear un postre delicioso, desde tu hogar.
Ya hay una nueva receta para probar en casa: la gelatina de vino tinto y vino blanco. Suena raro de solo escribirla, pero lo cierto es que este es un postre mucho más compatible en sus ingredientes de lo que podrías llegar a pensar. Además, ¿no sería injusto juzgarlo sin probar?
La gelatina de vino blanco y tinto, es referida como una delicia que sin duda el propio Dionisio amaría. Seguramente tú, al igual que un gran número de personas, estás familiarizada con la gelatina envinada, ¿no? Es hora de que conozcas su variación más chic.
Una nota que vale la pena adelantarte, es que cada vino tendrá su propia gelatina, por lo que los tienes que preparar primero, en dos recipientes distintos. Para la de vino blanco, te recomendamos algún vino prosecco, y en el caso del tinto, un Malbec (si quieres apostar por un vino de Latinoamérica, te recomendamos que busques alguno que tenga una denominación de origen de Mendoza, Argentina o un vino del Valle de Guadalupe, en México).
Mezcla la grenetina con la leche y déjala en el microondas por 30 segundos, o solo dale un ligero hervor en la estufa.
Posteriormente, deja que se ponga a temperatura ambiente.
Coloca una olla o traste a fuego medio y coloca de nuevo esta mezcla, solo que esta vez tienes que agregar el vino blanco y el azúcar, pero tienes que esperar a que comience a hervir.
Si tienes moldes o tazas pequeñas, es momento de usarlas para poder colocar la mezcla ahí y poner las uvas. Déjala en el refrigerador y espera a que se transformen en una gelatina: solo recuerda dejar un poco de espacio en el molde para la segunda gelatina de vino, con esto nos referimos a que no llenes totalmente los recipientes.
La gelatina de vino tinto tiene exactamente el mismo procedimiento, solo que con uvas rojas. En la primera mezcla (la que vas a meter al microondas), solo agrega un tercio de jugo de naranja y el resto, síguelo como si hicieras la gelatina de vino blanco: ambas son muy sencillas de hacer.
Una vez que enfríe la de vino tinto, puedes poner encima este. Claro, también puedes empezar con el tinto y dejar el blanco arriba: esto es a criterio personal.
No menos importante: agrega las frutas para darle un twist a esta receta. Verás que esta nueva forma de probar el vino, te encantará.
Recordemos que la grenetina es un ingrediente de cocina y de este postre conocida por tener colágeno y fomentar su producción en el cuerpo humano, además de que ayuda a fortalecer los huesos.
Por otro lado, recordemos que una copa de vino al día (y solo una), puede traer beneficios como limpiar las venas y mejorar la circulación, después de todo, la uva es una fruta conocida por sus propiedades antioxidantes.
Al mezclar el vino con la grenetina, obtienes los beneficios de los dos mundos, a los que se suma un postre delicioso. Este lo puedes disfrutar desde la solitud de tu casa, o prepararla para tu próximo encuentro con amigos, ya que es sumamente fácil de hacer. Solo tienes que redimensionar las porciones que te dimos previamente, con el fin de que tengas un postre a la medida del número de personas con las que estarás.
FUENTE: Vogue