Es raro escuchar a alguien comentar: “¡Ese chico tiene una espalda tremenda!”. Al fin y al cabo, la mayoría de hombres dedica mucho más tiempo a entrenar la musculatura anterior, en comparación con el tiempo que invierte en la posterior. Un hombre que posee un pecho bien desarrollado suele olvidarse de su espalda.
Esta tendencia provoca malas posturas en la mayoría de los casos, ya que cuando la fuerza de los músculos pectorales supera a la fuerza de los dorsales, los hombros se ven arrastrados hacia delante y la espalda se curva.
Pero hay buenas noticias: si focalizas más el trabajo en tu musculatura posterior, puedes conseguir una postura más erguida y esbelta. Esto lo notarán los demás, tanto cuando te acerques a ellos de frente como cuando te alejes de espaldas.
Además, no hay nada mejor que fortalecer esta parte del cuerpo para evitar el muy temido dolor de espalda.
Los músculos de la parte media y alta de la espalda son la clave para estabilizar la articulación del hombro. Además, unos hombros fuertes y estables te permiten levantar mayor peso en casi cualquier ejercicio de tren superior, desde el press de banca hasta el curl de bíceps.
Los ejercicios que trabajan la espalda también estimulan el desarrollo de los brazos, ya que cada vez que doblas el codo para levantar peso entrenas tus bíceps, sea para realizar un curl o un ejercicio clásico de espalda como el remo o las dominadas.
Lecciones de metabolismo para principiantes: cuanta más musculatura entrenes, más calorías consumirás. Desarrollar la espalda quema grasa abdominal.
FUENTE: Mens Health