Esa rehabilitación de 1990 es precisamente el hilo conductor de la trama de la película «Rocketman». Sir Elton, por entonces sólo Elton, asistió a largas reuniones de Narcóticos y Alcohólicos Anónimos y ha admitido que temió seriamente no poder regresar a los escenarios.
Se lo ha contado a Variety’s Recovery Issue:
«Después de rendirme finalmente, decidí buscar tratamiento para mi adicción. Llegó un punto en que me preguntaba si alguna vez volvería a trabajar como Elton John nuevamente».
«Pero en ese momento no estaba pensando demasiado en ser artista. Había alcanzado el punto más bajo de mi vida, el fondo absoluto. Me odiaba mucho a mí mismo. Estaba consumido por la vergüenza. Todo lo que quería hacer era mejorar. Puse toda la energía que me quedaba para mi recuperación».
Y Elton prosigue:
“Cuando llegó el día, estaba aterrorizado, pero logré superar la actuación. Fue la única vez que subí a un escenario ese año, y tuve que hacerlo solo sin la banda. En retrospectiva, me alegro de haber entrado directamente al fondo … Ese programa me dio confianza para saber que aún podía actuar de manera sobria».
Para mantener su nuevo estado de sobriedad, el cantante y pianista continuó asistiendo a reuniones de AA y NA mientras realizaba una gira por todo el mundo. Durante la misma, incluso visitó grupos locales en países donde ni siquiera hablaba el idioma nativo, en un intento de sentirse «castigado».
Entretanto Elton continúa con su interminable gira de despedida y se ha confirmado que Elton no tocará en Glastonbury en 2020, porque las fechas de su tour coinciden con el festival Worthy Farm.
FUENTE: Plásticos y Decibeles