No hay una píldora mágica que mantenga tu piel suave, tus bíceps grandes, y tu virilidad dura para siempre. Pero hay estrategias simples para beneficiar a tu cuerpo de más de 30 billones de maneras a la vez. En serio: esa es la cantidad de células que tiene tu cuerpo, y cada célula contiene cromosomas.
Al final de cada cromosoma hay un telómero, una capa de ADN extra que ayuda a las células a dividirse. Pero con cada división, tus telómeros se desgarran, lo que contribuye al envejecimiento, enfermedades del corazón, cáncer y diabetes. Puedes tomar medidas para proteger tus telómeros y ralentizar el reloj.
He aquí cuatro consejos de la ganadora del Premio Nobel, la doctora Elizabeth Blackburn, presidenta del Instituto Salk para Estudios Biológicos, y de la doctora Elissa Epel, profesor de psiquiatría en la Universidad de California en San Francisco y autora de The Telomere Effect: A Revolutionary Approach to Living Younger, Healthier, Longer.
Los anti-inflamatorios ácidos grasos omega-3, que se encuentran en los peces azules como el salmón y el atún, protegen los telómeros de los daños. Por el contrario, ciertos alimentos actúan como toxinas para los telómeros. "La carne roja procesada y el azúcar destacan por sus potentes efectos negativos en el mantenimiento de los telómeros", explica Epel.
Minimiza la ingesta de estos alimentos y comer carne orgánica de libre pastoreo, siempre que sea posible. Por último, mantente alejado de los suplementos que ofrecen beneficios para los telómeros. Estos no han demostrado ser seguros o eficaces.
"El estrés diario es parte de la vida moderna", dice Epel. "Lo que importa es cómo enfrentamos estas situaciones y nos recuperamos de ellas". Al tener pensamientos negativos, liberas hormonas del estrés, que sabotean los telómeros.
Prueba una estrategia conocida como distanciamiento: Imagina la situación estresante como una escena de una película. Estás en el público viéndola pasar.
El ejercicio es la herramienta más importante para proteger los telómeros porque destruye dos agentes negativas: inflamación y estrés. "El momento en el que no quieres hacer ejercicio, es cuando más debes hacerlo por tus telómeros", sugiere Blackburn.
Hacer ejercicio aeróbico de intensidad moderada, tres días a la semana durante 45 minutos, puede incluso duplicar la actividad de una enzima llamada telomerasa que ayuda a reparar telómeros desgarrados.
Sin embargo, una advertencia para los guerreros de fin de semana: No guarden su ejercicio para un mega-entrenamiento, ya que el sobreentrenamiento, de hecho, daña los telómeros.
En lugar de tirarte en una playa, toma un viaje que te refresque de manera diferente. Epel y Blackburn descubrieron recientemente que un retiro de meditación de seis días ayudó, a la gente a defenderse del daño a los telómeros.
Más y más empresas de viajes ofrecen retiros de bienestar, pero también puedes intentar meditar en tus próximas vacaciones, no importa cuál sea el destino. Independientemente de sus obligaciones cotidianas, puedes utilizar las vacaciones como una oportunidad perfecta para practicar nuevas habilidades de resistencia al estrés, asegura Epel.
FUENTE: Men's Health