Como siempre en estos casos, surge el debate: ¿Es lícito que Robyn Crawford salte ahora a la palestra–lógicamente, por motivos económicos– a desvelar todo lo que siempre guardó para sí? Lo podremos juzgar cuando leamos el libro el próximo otoño.
Fue Bobby Brown, el que fuera marido de Whitney Houston, el primero que utilizó su autobiografía para hacer público que su mujer era bisexual. Un tabú hasta ese momento, del que también se habló en los dos documentales que han visto la luz recientemente sobre la tristemente desaparecida diva.
Tanto en Whitney: Can I Be Me, de Nick Broomfield y Rudi Dolezal (2017) como en Whitney, de Kevin MacDonald (2018), jugó un papel muy relevante, sin participar directamente en ellos, Robyn Crawford, la mujer que fue su mano derecha durante muchísimos años. Siempre se las consideró ‘mejores amigas’, además de que fuese su asistente personal, pero los rumores sobre que eran amantes nunca los confirmó nadie. Hasta que llegaron estos documentales, y personas muy cercanas a ellas lo confirmaron de una manera u otra.
Crawford, abiertamente lesbiana, repudiada por Bobby Brown y la familia de Whitney Houston, había guardado un prudente silencio… hasta ahora. Porque acaba de anunciar que en noviembre publicará su autobiografía, A Song For You. Según la nota de prensa distribuida por la editorial que lanzará el libro, «Robyn rompe su silencio para compartir la emocionante, y a menudo complicada, historia de su vida y su relación con Whitney».
Obviamente, el gancho está en esos detalles íntimos que va a compartir, en un relato que irá desde el momento en que se conocieron siendo adolescentes a todo lo que compartieron en los años gloriosos de la carrera de Houston, porque ella fue testigo privilegiado de todo lo que vivió Whitney, hasta que se vio forzada a desaparecer cuando la situación con Bobby Brown se volvió insostenible.
Como siempre en estos casos, surge el debate: ¿Es lícito que Robyn Crawford salte ahora a la palestra–lógicamente, por motivos económicos– a desvelar todo lo que siempre guardó para sí? Lo podremos juzgar cuando leamos el libro el próximo otoño.
FUENTE: Shangay