Una interesante mezcla de Drogas, Sexo, Traición, Falsas Amistades, Introspección y Corazones rotos, es como esta puesta en escena lleva literalmente al público del Foro Shakespeare a un éxtasis de emociones en las que comprenden o juzgan a cada uno de los personajes con un historia que pareciera sacada de alguna película de Drama/Thriller Psicológico pero con la extraordinaria diferencia de ver en vivo a un elenco fantástico mostrando su faceta humana mas natural, demostrando los sentimientos a flor de piel para encantar e incluso poner un toque de comedia negra a la historia que te lleva intrínsecamente a un momento de reflexión haciendo una catarsis con ellos.

Con un guion original de Stephen Adly Guirguis ganador del Premio Pulitzer a la mejor dramaturgia en el 2015 nos muestra en esta historia tan realista temas tan fundamentales de atender en la actualidad, como lo es la destrucción humana a través de las adicciones y los excesos, en la cuál las personas con tal de ser alguien, buscan como único medio de sobrevivencia las adicciones, haciendo una interesante analogía sobre el desdén que cada uno de estos personajes vivirá a lo largo de la trama, haciendo una crítica aguda, sobre lo hipócrita que puede ser la sociedad y lo vulnerable que pueden ser ciertos sectores sociales, que sólo buscan su lugar en el mundo y un poco de paz interior.

Con una excelente traducción a cargo de Roberto Cavazos que en mancuerna con la extraordinaria dirección escénica del primer actor Daniel Giménez Cacho que pone un toque meticuloso y cuidado a cada detalle en la construcción de los personajes, los cuales están impregnados de esa sensibilidad y debilidad ante la imposibilidad de poder superar trances emocionales, atravesando etapas de erotismo, meditación y exceso todo a la par de que la mente cada vez va terminando fragmentada, hasta el punto que llega un freno y cada uno de los personajes decide acabar con esa vorágine de destrucción para solo encontrarse consigo mismos, logrando una arquitectura escénica digna de reconocimiento.

Todo ello acompañado de una excelente musicalización en vivo que te deja marcado ya que la composición original de Carlos Mier quien todo el tiempo se encuentra en el escenario como un elemento más de la historia, hace que se vuelva icono y recuerdes la obra, aunado a que impone una atmosfera mas realista, sumado a la ecléctica escenografía de Atenea Chávez que en conjunto con la iluminación de Aurelio Palomino muestran la obscuridad y el erotismo con la que se vive esta historia.

Pero sin duda alguna, los que se llevan el reconocimiento absoluto con cada una de sus interpretaciones son el extraordinario elenco compuesto por Lucio Giménez Cacho (Jacky) quien es el encargado de mostrarnos este tablero de ajedrez del cual pareciera que no hubiera un respuesta, ya que encarna a un ex convicto y ex adicto que regresa a casa con su sensual y promiscua novia Verónica (Lakshmi Picazo) y se percata que ha pasado algo extraño en su ausencia, tal como una infidelidad comenzando a increparla y ahí es donde comienza su búsqueda por encontrar una verdad y descubrir quien es el Hijo de Puta del Sombrero que ha se ha metido con su novia, en esa búsqueda que también se vuelve un camino para encontrar la paz y el porque llegaron a ese extremo de sus vidas los cinco personajes en el que también están su padrino Ralph, manipulador y mezquino que ahora dice estar limpio de excesos, interpretado por Francisco Rubio alternando con Rodrigo Virago, por otro lado podemos ver a su egocéntrica y narcisista esposa Victoria interpretada por Nailea Norvind y por ultimo un interesante personaje el primo Luis quien viene a poner la sal y la pimienta ayudando a encontrar esa verdad incómoda que puede acabar con estos cinco personajes inmersos en su tragicomedia obscura.

En definitiva, esta puesta en escena nos pone contra las cuerdas enseñándonos de una forma ágil, aguda y divertida para darnos cuenta de que no necesitamos salidas fáciles ni debemos confiar en amistades falsas para poder encajar en una sociedad que al final del día siempre nos juzgará y nunca serán dueños de nuestros sueños, por lo tanto cuando nos encontremos intrincados en un laberinto sin salida volvamos o recordemos donde fuimos felices y seamos dueños de nuestro propio destino, poniendo en tela de juicio la verdadera lealtad y que tan fuerte es el amor propio para poder rescatarnos, este fantástico e inteligente montaje producido por Edgar Torres Mayén, estará durante una corta temporada en el Foro Shakespeare hasta el 7 de enero, pueden adquirir sus boletos en la pagina del Foro o directamente en taquilla para sus funciones los días viernes a las 20:00 hrs, sábados 17:45 y 20hrs y domingos 18:00 hrs.

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