La pandemia del coronavirus está marcando un antes y un después. Desde que el Gobierna decretara el estado de alarma para frenar la propagación del virus, las personas hemos tenido que confinarnos en nuestros hogares, cambiando radicalmente nuestras costumbres y estilo de vida. Hemos salido a la calle para lo estrictamente necesario, nos hemos comunicado con nuestros seres queridos a golpe de videollamadas y hemos aprendido a mantenernos activos en el salón de nuestra casa. Sin embargo, aunque los datos comienzan a ser más positivos y nos permiten vislumbrar la luz al final del túnel, los expertos advierten que los problemas psicológicos por la crisis sanitaria y el confinamiento no finalizarán cuando regresemos a la 'nueva normalidad', sino que podrían perduran meses o años. Tanto es así que, según el Consejo General de la Psicología de España, más de diez millones de españoles podrían presentar trastornos psicológicos derivados de la pandemia que continúa manteniendo en vilo al planeta.
El miedo, la ansiedad y la tristeza son algunas de las respuestas emocionales más habituales frente una situación de estrés e incertidumbre como la que estamos atravesando. Afortunadamente, aunque no debemos bajar la guardia, después de semanas con cifras devastadoras, el descenso del número de fallecidos, hospitalizados y nuevos contagios está marcando el inicio de una nueva fase: la desescalada. Una etapa en la que, además de recuperar paulatinamente la actividad habitual, se debe comenzar a evaluar las necesidades psicológicas derivadas de los efectos de la pandemia. En este sentido, para garantizar la adecuada atención de todas las personas que lo necesiten, especialmente la de los grupos más vulnerables, como los sanitarios o los familiares de enfermos, el Consejo General de la Psicología de España pide un refuerzo del sistema sanitario y advierte de la posibilidad de que se produzca un desbordamiento en los próximos meses.
Hasta el momento, desde que se pusiera en marcha el Servicio telefónico de Intervención Psicológica, se han recibido más de 8.000 llamadas de las cuales un 70% han sido de población general, un 21% de familiares y un 9% de sanitarios. "La estimación señala que unos 151.000 familiares de enfermos y fallecidos, cerca de 150.000 sanitarios y hasta 10.000.000 personas de la población general, pueden llegar a necesitar algún tipo de atención psicológica y precisar de intervenciones psicológicas específicas", explican desde la organización, donde insisten en la necesidad de elaborar un plan integral que permita hacer frente al más que previsible incremento de las necesidades de salud mental.
Además de tener en cuenta la actividad del servicio telefónico puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad, el Consejo General de la Psicología ha compartido esta preocupante estimación tras haber estudiado diferentes análisis. Uno de ellos es el elaborado por investigadores del King's College y publicado en la revista The Lancet. Tras revisar un total de 24 estudios sobre psicología de las cuarentenas, los especialistas concluyen que se reportan episodios de estrés postraumático incluso tres años después del aislamiento. En esta misma línea, otro estudio realizado recientemente por la Sociedad China de Psicología ha encontrado que "un 42,6% de 18.000 ciudadanos chinos analizados dieron síntomas de ansiedad relacionada con el coronavirus. Un 16,6% de 14.000 examinados mostraron indicios de depresión en distintos niveles de gravedad". Unas tasas de estos trastornos en la población que, según apuntan los expertos, se han multiplicado por dos e incluso por tres y que, además, en personal sanitario podrían ser aún más graves.
FUENTE: Hola
