En esta puesta en escena, se relata el mítico texto de Torch Song Trilogy sobre el amor gay, planteamiento en 3 bloques que se desarrolla en la vida de Arnold, su protagonista, en diferentes escenarios de su vida, sentimentalmente, en la relación con su madre e incluso con su experiencia consigo mismo y sus responsabilidades, siempre desde la vista crítica de la vulnerabilidad y la entrega sin medida, algo con lo que el espectador conecta en todo momento. Arnold es una drag queen en los años 70’s y veremos cómo vive su realidad y su verdad y cómo la defiende de la periferia y entorno en que se desenvuelve.

Es una obra presentada originalmente en Nueva York en 1982 ganando el Premio Tony a mejor actor y mejor autor, la primera puesta original en México fue con la traducción de Carlos Monsiváis y protagonizada por Tito Vasconcelos y hoy tenemos el gusto de tenerla nuevamente ahora en el Teatro Milán en la Ciudad de México.

La manera de relacionarse con los demás, la entrega del amor y el reconocimiento de la responsabilidad afectiva son cuestiones que en conjunto suponen un choque de deseos y enfrentamientos al accionar y desenvolverse en los sentimentalismos y el diario social, ¿pero siempre es esto un acto correspondido y desinteresado? Torch Song, más allá de suponer el título de una canción, es la manera en que se conoce a aquel sentimiento no correspondido o perdido y que se mantiene como algo propio, manteniendo el fuego latente para el otro.

Es un relato cálido y crudo donde el espectador se enfrenta a su propio juicio y aquello que cree pensar como un cotidiano ideal y actual, que aunque ya se ha visto en diferentes adaptaciones e historias, la realidad que aquí se plantea nos remonta a esta época donde incluso el amor gay era considerado una enfermedad y un tabú en la conversación para sentir palpablemente las discusiones y las muestras de amor, mismas que tocan puntos clave con un guion de traducción brillante que se enmarca por la dirección de Alejandro Villalobos, enfocada en resaltar el expresionismo de sus actores y lo que cada personaje vive en escena.

Cabe resaltar también el ingenioso diseño de escenografía, donde una estructura da pie a cada mobiliario requerido y que es perfectamente dibujado con sutiles y ágiles trazos, lo que resulta en una adaptación de la obra de Harvey Fierstein que llega con todo éxito a la cartelera mexicana para presentar un nuevo vistazo a cómo el amor se expresa en diferentes medios, medidas y sintonías, regalando al espectador un entrañable duelo de actuaciones, principalmente entre Rogelio Suárez y Anahí Allué, esto claro no significando algo para nada negativo para la obra. Mariano Aguirre, Ginette Zavala, José Peralta y Gilberto Esparza también hacen dupla en entregar una historia que en mancuerna, nos lleva por un suntuoso mensaje que nadie debe perderse.

Torch Song ya estrenó y revela su corta temporada, por lo que deberás asegurar tu lugar en esta obra, que además, nos regaló la dicha de volver a tener un programa de mano físico, dando un extra a la experiencia teatral en tiempos pandémicos. Se presenta en el Teatro Milán los martes a las 20:45h.

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