Con un humor bastante ácido y un cameo de géneros teatrales bastante interesante o incluso diferente es como se presenta este montaje que es producido por Puño de Tierra en conjunto con Próspero Teatro, bajo la dirección y libretos de Fernando Bonilla quien logro crear una historia que en particular últimamente no se había visto en teatro.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Con un ensamble encabezado por el primer actor Juan Carlos Colombo con un papel conmovedor y bastante versátil, en conjunto con un grupo de jóvenes actores que demuestran su gran talento en el escenario, logran tener una sinergia entre ellos, transmitiendo sentimientos tanto profundos como simples del ser humano que quizás te puedan hacer reflexionar o simplemente te hagan salir de contexto por la agudeza del guión.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Comenzando por el nombre, se preguntaran porque se llama así, El Rey Lear es una obra clásica de Shakespeare, que relata las desavenencias de un padre y sus hijas; sin embargo, esta obra se torna como centro del guión, debido a que el acto comienza haciendo un homenaje a las compañías teatrales mediante un supuesto ensayo de la misma, en la que está un primer actor ficticio de nombre “Héctor Balzaretti” interpretado por Colombo, quien supuestamente tiene ya un renombre pero también ya esta en decadencia y es muy cascarrabias, en compañía de un grupo de jóvenes actores que no le dan el valor merecido a la profesión del actor y solo piensan en volverse famosos sin mostrar mínima disciplina, lo cual desencadena una serie de desencuentros entre el director y Balzaretti quien quiere renunciar pero necesita el trabajo.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Después de una fuerte discusión y arreglar los malentendidos, decide seguir en la obra y un buen día, al salir del ensayo Balzaretti decide reunirse con su hija en un café, esta ultima en dicha reunión le reclama por su egocentrismo y ausencia paternal, al final de esa reunión cabizbajo el actor deambula por las calles y es interceptado por un grupo de sicarios con pinta de rancheros narcotraficantes, que lo secuestran y es llevado a la que aparenta ser una casa de seguridad, en la cual el actor vivirá una serie de eventos sorpresivos, tales como montar la obra del Rey Lear como el hubiera querido pero con un elenco fuera de serie y obteniendo de una forma inesperada el reconocimiento que espera, todo ello aderezado por situaciones chuscas o incluso naturalistas.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Sin embargo, toda esta serie de eventos en apariencia la hacen ver al público, la gravedad que a veces los histriones viven por la falta de reconocimiento o de trabajo o por un egocentrismo que el mismo medio les hace creer y que todo eso se acaba cuando se dan cuenta por cuestiones de la vida o el destino, que también son seres humanos, haciendo una apología sobre la importancia de la figura paternal con una serie de simbólicas constelaciones psicológicas, tal y como sucede en el Rey Lear, ya que al final nos deja en vilo el guion, haciendo pensar al publico si realmente lo que vivió el actor fue producto de su imaginación o solo de su decadencia humana que se ve degradada por la vejez y el olvido.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

Por lo tanto, esta tragicomedia como lo dice bien el titulo es una obra que a algunos les gustara y a otros les dejara una sensación bastante diferente incluso inexplicable, ya que te puede sacar una sonrisa, llanto o incluso miedo al ver la agudeza de las interpretaciones, en definitiva es una obra muy intensa que si como teatrero eres seguidor de ver obras que tengan este tipo de mensajes, incluso con un tinte político o de critica social puede ser una buena opción de ver.

Fotografía por Charly Duchanoy ©

“El Corrido del Rey Lear: Un tragicomedia Ranchespkiriana” se presenta en el Teatro Helénico, del 18 de octubre al 15 de diciembre, los días martes, miércoles y jueves a las 20 hrs.

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Fotografía por Charly Duchanoy ©