1. SE ROMPE PARA CRECER
Entre los 20 y los 40 años es más fácil romperse las fibras musculares de los pectorales. No te asustes: esto es bueno. Cuando a un músculo se le somete a un esfuerzo mayor al que está habituado, sufre micro roturas. Se trata de una acción necesaria para que el músculo, cuando ya se haya recuperado, gane tamaño y resistencia. A este proceso se le denomina súper compensación.
Cuando los músculos de los pectorales se tensan, tiran de los hombros hacia delante, haciendo que parezcas encorvado. Utiliza este estiramiento de los pectorales dos veces al día para aliviar la tensión: dobla el brazo derecho 90º y coloca el antebrazo contre el marco de una puerta. Luego empuja con el hombro hacia delante hasta que sientas una ligera tensión en el pecho. Aguanta 30 segundos y luego repite con el otro brazo. También puedes hacer este ejercicio con el brazo estirado.
3. SE ATROFIA PRIMERO
El pectoral es uno de los primeros grupos musculares en atrofiarse cuando dejas de levantar pesas. Eso se debe a que raramente se ponen en gran tensión durante el día a día. ¿Cuántas veces tienes que levantar grandes pesos desde el pectoral, empujándolos? Ten presente que, al perder músculo, se ralentiza el metabolismo, lo que significa que entrenar el pecho de forma regular también supone un beneficio para combatir la grasa que cubre los abdominales.
FUENTE: Mens Health