Siempre hemos pensado que ser delgado es el opuesto a ser obeso y que quien no tiene exceso de peso es una persona que goza de buena salud, sin embargo, es posible tener exceso de grasa pero no exceso de peso: se trata de los delgados metabólicamente obesos o de los obesos de peso normal.
Peso e IMC vs. grasa corporal
El peso no dice todo y el IMC que hasta ahora era el parámetro usado para diagnosticar la presencia de obesidad, según el último consenso de la SEEDO, en el II Congreso de Obesidad y Complicaciones Metabólicas que celebraron en Sevilla la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de la Cirugía de la Enfermedad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas (SECO) el pasado mes se coloca en tela de juicio su utilidad.
Aunque el IMC correlaciona bien a nivel masivo con el porcentaje de grasa corporal, siempre hay personas que pueden tener un peso normal pero ser obesos a nivel metabólico. Es decir, los obesos de peso normal o metabólicamente obesos de peso normal son personas que tienen un IMC inferior a 25 pero presentan mayor adiposidad a nivel abdominal- visceral, resistencia a la insulina, presión arterial elevada, menor nivel de actividad física y un perfil lipídico aterogénico, según un estudio realizado por científicos canadienses. Éste último rasgo representa una dislipemia caracterizada por triglicéricos, colesterol total y malo o LDL elevado en sangre junto a colesterol bueno o HDL reducido.
Todos estos factores que caracterizan a los obesos de peso normal indica que aunque no entran de la categoría de obesidad según el IMC, sí presentan rasgos de esta enfermedad a nivel metabólico y por lo tanto, tienen mayor riesgo de sufrir diabetes así como de sufrir patologías cardiovasculares.
Los metabólicamente obesos de peso normal demuestran entonces que ser "delgado" no significa estar sano y que, más allá del peso, lo que importan son otros parámetros como por ejemplo, el porcentaje de grasa corporal.
Así, por años se estuvo subestimando quizá la cantidad de personas verdaderamente obesas, pues en individuos de apariencia delgada también se esconde esta enfermedad. De hecho, se estima que 3 de cada 10 delgados son en realidad obesos.
La clave es aprender que el peso no dice todo y que ser delgado no es sinónimo de buena salud, pues detectando a tiempo a una persona metabólicamente obesa de peso normal se puede hacer mucho para prevenir enfermedades y promover su buena salud, sobre todo, inculcando buenos hábitos de vida, ya que dieta sana, ejercicio regular y otros comportamientos saludables pueden revertir las características de un obeso en ese cuerpo de peso normal.
FUENTE: Vitonica