Singapur fue, al igual que India, parte de las colonias británicas durante parte del siglo XIX y hasta casi la mitad del siglo XX. No es de extrañar, por tanto, que compartieran muchas de las leyes que los ingleses establecieron para sus colonias durante más de un siglo.
Entre las normas que ambos países compartían hasta ahora estaba la famosa sección 377, la que prohíbe las relaciones homosexuales ‘anti natura’. India acabó con esta ley este jueves, después de que cinco jueces del Tribunal Supremo despenalizaran la homosexualidad. Ahora, Singapur quiere seguir el mismo camino.
Un veterano diplomático, Tom Koh, ha pedido a la comunidad gay de Singapur que presente una demanda colectiva contra esa sección específica del código penal. Lo ha hecho por medio de Facebook y respondiendo a Simon Chesterman, rector de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Singapur, que felicitó a antiguos alumnos colgando un enlace sobre la despenalización india.
Aunque algunos usuarios de Facebook le dicen a Koh que ya se intentó despenalizar el sexo homosexual en 2014 aludiendo a su inconstitucionalidad y fracasaron, el diplomático contesta con fuerza: “intentadlo de nuevo”.
Un país conservador
El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, ya se había referido previamente a lo sucedido en India y cree que no hay comparación posible. En declaraciones que recoge Channel Asia, Hsien Loong asegura que la mayoría de los singapurenses quieren dejar las cosas como están y que su sociedad “no es tan liberal en esos asuntos”.
No comparte la misma opinión el director de comunicación del gobierno de Singapur, Janadas Devan, que también a través de Facebook, quiere seguir los pasos de la India: “Hablando en modo personal, apoyo la posición de Tommy. La sección 377 es una mala ley; es mala ley. Antes o después, desaparecerá. Espero que sea antes que después”.
Mientras, el Ministro de Justicia y Asuntos Interiores, K. Shanmugam, cree que su país debe acompañar los cambios que se producen en la sociedad y encarga al pueblo la decisión de si se debe acabar con el 377 o no.
El Código penal de Singapur prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo y los hombres acusados de cometer actos de “absoluta indecencia” pueden ser castigados hasta a dos años de cárcel, aunque es raro que se persiga a alguien por este concepto. La ley no se aplica directamente a los actos homosexuales entre mujeres.
FUENTE: El Confidencial