Consejos para hacerte inmune al SIDA





Muchos creen que el problema del sida se encuentra controlado, pero eso no quiere decir que haya desaparecido. Aquí te decimos cómo evitarlo.

Si ya tenías uso de razón en 1984, recordarás que todo el mundo entró en caos cuando el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) hizo su aparición oficial. Nadie sabía a ciencia cierta de dónde venía, quiénes corrían peligro ni qué se tenía que hacer para prevenirlo. A casi 33 años de este suceso, la medicina ha logrado tantos avances que poco a poco le han ganado el terreno a la que muchos pronosticaban sería la principal causa de mortalidad del siglo XXI.

Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 2001 la incidencia anual del sida ha disminuido en 33 países; sin embargo, va aumentando en algunas zonas, como Europa Oriental, Asia Central, Oriente Medio y el norte de África.

Aunque se han logrado avances considerables en la lucha contra esta enfermedad en la región de América Latina y tener sida ya no significa hoy día una muerte segura, aún sigue siendo un peligro para cualquiera por lo fácil que se puede contagiar y por la manera en la que daña al sistema inmunológico. Sin embargo, la mejor noticia de todas es que puedes hacer que este virus no penetre tu cuerpo ni en sus sueños más remotos. A continuación te explicaremos todos los pormenores de esta enfermedad. Lee y salva tu vida.

Esto es lo que le hace a tu cuerpo

No hay mejor descripción de la manera en la que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el que puede terminar desarrollando el sida, afecta tu cuerpo que la explicación de la misma OMS: el VIH infecta las células del sistema inmunológico alterando o anulando su funcionamiento. La infección produce un deterioro del sistema inmunitario que desemboca en lo que se conoce como inmunodeficiencia, que es cuando el cuerpo deja de cumplir su función de luchar contra las enfermedades y las infecciones que lo atacan.

En realidad, el sida es un estado avanzado de la infección por VIH y se define por la presencia de alguna de las poco más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres comúnmente relacionados con este virus. Cuando estás sano, los glóbulos blancos y los anticuerpos destruyen cualquier organismo extraño que entra a tu cuerpo. La respuesta del cuerpo es coordinada por unas células llamadas Linfocitos T CD4, las cuales se producen en tu organismo diariamente.

Cuando el VIH entra al cuerpo, la producción de estas células comienza a disminuir y, al pasar el tiempo, el cuerpo se queda sin defensas ante virus, bacterias, hongos y todo tipo de parásito que entra a él, así que prácticamente cualquier enfermedad, por insignificante que parezca, puede convertirse en una causa de muerte.

Así lo puedes evitar

Por más mortífera que parecía esta enfermedad en sus inicios, ahora sabemos que su único modo de transmisión es por medio de los fluidos corporales, concretamente, las secreciones genitales y la sangre.

Ahora vivimos más tranquilos, pues al principio se pensaba que había otros factores de infección, como la saliva (se creía que los besos, incluso en la mejilla, y utilizar los mismos utensilios de mesa era suficiente para contagiarse), el contacto piel con piel (abrazos o, incluso, saludos de mano) y hasta se llegó a pensar en la posibilidad de la transmisión del VIH vía mosquitos. Afortunadamente, ahora sabemos que su prevención es muy fácil, ya que depende exclusivamente de ti y del cuidado que tengas. Usa la mejor protección. No estamos hablando de la línea ofensiva de Nueva Inglaterra. Seguro has oído hasta el cansancio o, bien, lo has leído aquí hasta el hartazgo; sin embargo, lo repetimos. Te recomendamos usar condón cada que tengas sexo por dos razones: para evitar embarazos no deseados y protegerte de una enfermedad de transmisión sexual (ETS), entre las que está el VIH.

Entre más extremes tus precauciones, mejor. ¿A qué nos referimos? Concretamente a que uses condones de látex, pues los orgánicos no previenen ETS efectivamente (mucho menos el sida), pues son más propensos a rasgaduras. Además, asegúrate de usarlo correctamente (solo sigue las instrucciones de los empaques).

Ten especial cuidado en relaciones anales, pues los tejidos de esta región del cuerpo son muy delicados y sangran con facilidad, así que lo que recomiendan los expertos es usar un lubricante con base acuosa, pues la vaselina y los aceites debilitan el látex y los hacen propensos a romperse durante el sexo.

La boca también cuenta. El origen del VIH en la saliva son los linfocitos infectados que se encuentran en las encías. Estas células emigran a la saliva a un ritmo de un millón por minuto y puede aumentar hasta 10 veces en enfermedades de la mucosa oral. Incluso, hay estudios que demuestran que en los pacientes con sida hay una mayor concentración de VIH en los linfocitos salivales que en los de la sangre.

Usa condón para el sexo oral. Es común creer que esta práctica no representa riesgo de contagio de VIH, pero más vale que consideres el sexo oral sin condón como algo inseguro. En un estudio reciente llevado a cabo en Estados Unidos, se observó que 7.8 por ciento de los hombres infectados con el virus del sida lo contrajeron vía oral. Nuestra recomendación: deshecha el condón después del sexo oral y sustitúyelo por uno nuevo, pues puede haberse rasgado con los dientes durante el proceso.

Cuida tu sangre. La otra manera común por la que puedes contraer el VIH es por vía sanguínea, la cual se puede dar por medio de transfusiones de sangre o por compartir agujas infectadas. Todas las organizaciones de prevención del sida coinciden en que los usuarios no deben compartir agujas bajo ningún motivo. Partiendo del principio que no utilizas jeringas para inyectarte drogas, nuestra recomendación es que, si te tienen que inyectar en un hospital, pide que lo hagan con una aguja nueva, igual si te tienes que inyectar tú mismo en casa. Hacerte tatuajes en lugares en los que la aguja no está esterilizada es otra manera de ponerte en riesgo, así que es mejor mantener tu piel intacta a contraer el virus del VIH.

Abstente o sé fiel. El modo más seguro de no contraer el VIH es no teniendo sexo. Pero si, como 99.9 por ciento de la gente, prefieres tener sexo, lo más recomendable es no saltar de cama en cama. En el caso de que no lo puedas evitar, no olvides tus condones.

El tratamiento

Hoy en día, para quienes tienen el VIH no todo está perdido. Gracias a los adelantos en los tratamientos con antirretrovirales, las personas infectadas viven mucho más tiempo y con una mejor calidad de vida. Los antirretrovirales frenan el progreso de la enfermedad y la aparición de infecciones oportunistas, así que, aunque no curan la enfermedad propiamente, con el uso continuo pueden hacer que cualquier persona infectada con el virus del VIH lleve una vida normal. Habla con tu médico acerca de los tratamientos con antirretrovirales.

Así se combate en América Latina

Según los datos de ONUSida, las epidemias nacionales en América Latina se concentran en su mayoría entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, usuarios de drogas inyectables y profesionales del sexo. Y lo peor es que solamente un pequeño porcentaje de los gastos destinados a la prevención del VIH en la región se asigna a programas de prevención dirigidos específicamente a estos grupos.

FUENTE: men's health




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