Es la pregunta del millón en las conversaciones que mantienes en Grindr, Wapo, Scruff y similares: "¿activo o pasivo?". Pocos lo indican en su perfil, así que es inevitable que se acabe planteando la cuestión, ya sea en forma de "act o pas?", "qué te va?", "qué te mola?", "soplas nucas o muerdes almohadas?" o similares planteamientos para todos los gustos. Pero hoy queremos ir un poco más allá de esto en CromosomaX y plantear una pregunta muy interesante. ¿Se puede ser gay sin sexo anal?
El sexo anal provoca que los heteros sean más... sensibles
La respuesta a si se puede ser gay sin tener sexo anal es muy sencilla: sí, se puede. Las convenciones sociales nos han llevado a todos a pensar que para tener una relación sexual completa es imprescindible que haya penetración, ya sea vaginal si hay una mujer en la relación, o anal. Pero la atracción por alguien de tu mismo sexo no se reduce exclusivamente a la penetración.
Gays en contra del sexo anal
Hace un tiempo te hablábamos de otra de esas subculturas absurdas, una etiqueta más usada por los medios que por la sociedad en realidad: los "g0ys", los gays en contra del sexo anal y de la pluma. Tienen hasta su propia página web, y "g0y" significa "Ground ZER0 in the ‘UNgay’ Paradigm Shift!". Los g0ys aseguraban que tener pluma, hablar en femenino o demostrar cierto amaneramiento es de cobardes, y que el sexo anal es "un acto violento que representa la forma definitiva y sexual de faltar al respeto". Ni tanto ni tan poco, el sexo anal está bien y definirlo así nos parece un desmadre.
Por otro lado, en Reddit se hacía viral hace un tiempo el hilo que contaba la historia de una joven pareja gay (23 y 22 años), que no quería tener sexo nunca porque se querían demasiado. ¿El sexo estropea el amor romántico? Ambos habían tenido relaciones sexuales con otras personas en el pasado, pero estaban tan enamorados y sentían que lo suyo era tan puro que no querían arruinarlo con el sexo, porque les haría sentirse "vacíos y usados". Penetrar o ser penetrado no debería hacer que te sientas vacío (bromas a un lado), pero uno de ellos lo contaba así: "Le veo como mi mejor amigo, nos cogemos de la mano, nos besamos, nos abrazamos... pero no quiero follarme a mi mejor amigo. ¿Creéis que es raro que una pareja gay no tenga sexo?". Un poco raro sí podría ser, ¿pero tenemos que ser todos normales, iguales y cortados por el mismo patrón? Lo raro es lo poco común, lo poco frecuente, lo diferente. Lo raro no está mal.
Gays sin sexo anal, ¿asexuales?
Obviamente en el sexo gay se pueden hacer muchas más cosas además de tener sexo anal. ¿Tenemos que enumerártelas o contártelas todas con detalle? El sexo oral ofrece muchas posibilidades, la masturbación, los preliminares y allá cada cual con sus fetichismos, desde usar cuero, el bondage, prácticas sadomasoquistas, oler y lamer sobacos o pies... Si no excluimos sistemáticamente la estimulación anal, se pueden usar dildos, plugs anales, dedos, fisting... para estimular la próstata y dar mucho placer al otro por detrás, no solo por delante. El sexo tiene que ser como tú quieras que sea, sin miedo a probar nuevas experiencias. Un gay que no tiene o no quiere tener sexo anal no es asexual. Asexual es aquella persona que no siente atracción o deseo de actividad sexual.
Activo y pasivo, ¿etiquetas irrelevantes?
Sabemos que existen los activos, los pasivos y los versátiles, ¿pero empiezan a ser todas estas etiquetas irrelevantes en el mundo en el que vivimos hoy en día? Hay gays que aseguran que a la hora de tener citas o encuentros sexuales no les importan el rol que les toca ejercer. Decidir quién penetra y quién es penetrado depende de la situación y de las personas que participan en el acto sexual. Otros aseguran que para que una relación funcione correctamente es imprescindible la compatibilidad sexual. ¿Pueden dos activos o dos pasivos tener una relación satisfactoria? Los heteros en este caso lo tienen más fácil, pero en el caso de los homosexuales a veces la cosa pueden complicarse, especialmente si ninguno quiere ceder a cambiar del rol que ejerce habitualmente o que prefiere mantener en el cama. Y todo esto sin hablar por supuesto de la pasivofobia y de todos los prejuicios asociados a la idea de ser sodomizado.
Recientemente un joven gay llamado Jeremy contaba su testimonio en internet. No se define como activo ni como pasivo. Si tiene que penetrar, no tiene problema, y a la hora de ser penetrado, probó una vez y le dolió tanto que juró que no volverá a hacerlo. Pero tampoco quiere definirse como versátil. Dice que si pudiera elegir lo que haría sería pasar el resto de su vida sexual enrollándose con tíos y abrazándose con ello: "quizás es mi libido envejeciendo o mi frustración cuando una sesión perfecto de besos es cortada antes de tiempo por un tío ansioso tocándome el paquete". Jeremy defiende que se le dediquen más tiempo a los preliminares, y razón no le falta. ¿Hay que pasar de los besos a los condones casi de inmediato?
Jeremy le contaba a Paul, una cita, que no le gustaba particularmente el sexo anal. La reacción de Paul fue mirarle como un bicho raro, especialmente porque había sido penetrado brutalmente por Jeremy. La relación no duró mucho más. Jeremy cuenta que también vivió momentos incómodos con activos: "somos los dos activos, ¿qué haríamos? Es una pena que no podamos ser follamigos", le dijo otra cita. Jeremy concluye que "en una comunidad en la que añadimos letras a LGBTQI, no podemos dejar de aplicar etiquetas que nos dividen y limitan nuestra vida social y sexual". Ya no somos individuos, somos categorías sexuales en un catálogo online, llámalo Grindr o llámalo Tinder o llámalo como quieras. Puedes ser gay sin tener sexo anal y que nadie te limite intentando encajarte en ninguna etiqueta. Vive tu vida sin etiquetas ni prejuicios si es lo que quieres. Sé simplemente feliz.
FUENTE: Cromosomax