Masturbarse con frecuencia puede ser relajante, pero también un problema para tu salud sexual si no sabes controlarte... Así que haz caso a estas 5 señales y comprueba si te estás masturbando en exceso.
Combate el estrés, reduce el riesgo de cáncer de próstata, ayuda a dormir mejor... estos son algunos de lo múltiples beneficios que la masturbación tiene para nuestro organismo, pero cuidado, porque desahogarse en exceso también puede traer problemas para tu salud.Y es que ya lo dice el refrán, "la virtud –y en este caso el placer– está en el término medio".
Y más ahora, donde el acceso al porno es mucho más rápido y sencillo, y basta con un simple smartphone, ya que la imaginación ha dejado paso a una masturbación casi mecánica.
Quizás, la señal más importante. Son muchos los estudios que aseguran que si te masturbas demasiado pierdes la manera de excitarte con tu pareja y cada vez te cuesta más eyacular.¿Soluciones? Si te gusta el porno, intenta consumir menos, y cuando estés practicando sexo échale imaginación y prueba diferentes posturas hasta encontrar la que más te gusta.
No puede esperar para llegar a casa y te da igual si estás en el gimnasio, el trabajo o en casa de tu suegra... Cuando esto sucede, estás perdiendo el control por completo. La masturbación sirve para relajarse, pero también es un momento de intimidad contigo mismo que debes disfrutar. No se trata de que planifiques en el calendario tu planning de 'handjobs', pero hacerlo en el baño de la oficina, escondido, con los pantalones por los tobillos y el móvil en la otra mano es muy cutre.
Si cada vez que ves un chico guapo en una revista o te presentan a alguien, te viene a la cabeza la necesidad de masturbarte, es que algo no marcha bien. Del mismo modo, si prefieres ver porno a una serie en Netflix o una buena película cada vez que pones la tele, lo mejor es que acudas a un terapeuta sexual o psicólogo.
Es lo que se conoce como 'el abrazo de la muerte', que ya te explicamos en otro artículo, y que consiste en la pérdida de sensibilidad del pene por una masturbación agresiva. Rozaduras, desgarros... evita en la manera de lo posible tocarte con demasiada fuerza.
Si no te masturbas, te vuelves irascible o antipático. Te cuesta salir con las amigos, encontrar pareja o asistir a comidas familiares.
En definitiva, si presentas una o más de una de estas señales, deberías preocuparte y pedir ayuda a una experto. La masturbación no debe ser una esclavitud sino una manera más de disfrutar de tu vida sexual.
FUENTE: Men´s health