Es posible que debido a algún tipo de dieta concreta o a algún cambio puntual en la alimentación tu nivel de proteínas esté más bajo de lo habitual. Tu cuerpo necesita proteínas para mantener los niveles de energía y sus funciones de metabolismo. Además, es un nutriente clave para conseguir músculos más fuertes. Se suele pensar que comiendo mucha carne se consiguen las proteínas necesarias, pero no es así siempre. Algunas porciones de carne pueden tener muchos carbohidratos o grasas. La posibilidad de que te ‘saltes’ alguna comida puede también ir en contra de esa aportación nutricional a tu organismo.

Es cierto que tener ‘déficit’ de proteínas no es algo demasiado frecuente, esto sólo ocurre en ocasiones muy raras, pero puede que te esté ocurriendo y no lo sepas, o no lo tengas asociado. Por eso si te ocurre alguno de estos ‘problemas’ puede que tu cuerpo esté pidiéndote más proteínas.

PIERDES MÚSCULO Y FUERZA

Después de los 30 los hombres pierden músculo, en torno a un 3-5% por década. Si no comes suficiente proteína, la que introduces en tu cuerpo aporta energía para el día a día, pero no es suficiente para alimentar los músculos. Tu cuerpo tomará además de las reservas musculares este nutriente, por lo que su volumen y tu fuerza disminuirán también.

ESTÁS CANSADO, MUCHO.

Si estás muy cansado todo el día puede ser que no tengas proteínas suficientes en tu cuerpo, o que no comas suficiente, en general. Este problema se verá reflejado en tu rendimiento físico y mental.

TIENES ANSIA POR LA COMIDA

Si sólo piensas en comer, a todas horas, es posible que necesitas proteínas y tu cuerpo te esté mandando avisos para ello. Si tienes déficit de proteínas te apetecerá comer mucho, especialmente aquellas comidas que ‘no deberías’. Querrás comer comidas con muchas calorías, y es posible que comas más de la cuenta cuando tengas ocasión. Comer la cantidad necesaria de proteínas te mantiene lleno y te quita las ganas de comer más de la cuenta. Tendrás menos apetito y menos hambre, en general.

TE LESIONAS MÁS Y TE ROMPES LOS HUESOS

Las lesiones entrenando pueden ser algo ‘normal’. Sin embargo, también pueden estar vinculadas al consumo de proteínas, especialmente en adultos. Tener menos proteínas puede afectar a la densidad ósea, haciendo que los huesos sean más frágiles. El entrenamiento de fuerza, junto con una cantidad adecuada de proteínas, puede ser un buen método de mejorar tus huesos.

TARDAS MUCHO EN CURARTE

Si estás malo muchas veces y tus ‘enfermedades’ duran mucho tiempo, es posible que tu sistema inmunológico esté pasando por un mal momento por culpa de una carencia de proteínas. Con menos proteínas eres más propenso a enfermar, ya que tienes peores defensas, y tardarás más en recuperarte.

TUS PELOS Y UÑAS NO TIENEN FUERZA

El pelo y las uñas son dos de los organismos del cuerpo que se generan gracias a las proteínas. Si tienes déficit de éstas, tu cuerpo no tendrá suficiente para cuidar de tu pelo y de tus uñas. Tendrás menos volumen y más débil, las uñas se te romperán y tu pelo lo notará.