Tienes que saber cómo están tus niveles metabólicos. Son los principales indicadores de que algo no está bien en tu cuerpo (ni en tu pene).
PRESIÓN ARTERIAL: los parámetros normales oscilan entre 120/80 mmHg, tenerla por arriba se considera como hipertensión. Al aumentar la tensión arterial provocada por el aumento de placas de colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos, éstos se van deteriorando con el paso de los años.
GLUCOSA: un parámetro normal señala que debes tener la glucosa en menos de 100 en ayunas y menos de 140 dos horas después de comer. Si la tienes por encima, es momento de hacer algo. La elevación constante de la glucosa en la sangre afecta el sistema nervioso y cardiovascular, cuando te excitas, el cerebro no recibirá los suficientes estímulos nerviosos para liberar los mecanismos de la erección. Es un trastorno común en los diabéticos. Realízate exámenes de glucosa al menos dos veces al año y haz ejercicio.
TABAQUISMO: los componentes del tabaco afectan la producción de óxido nítrico, el cual se encarga de relajar los cuerpos cavernosos del pene, un proceso que permite que se llenen de sangre y se produzca la erección. Ésta es otra razón más para que dejes de una vez y para siempre el cigarro.
COLESTEROL: el aumento de esta grasa en el cuerpo provoca que se formen placas que se adhieren a las paredes internas de las arterias, lo que a su vez obstruye el paso de la sangre. Los primeras en sufrir los estragos son los vasos sanguíneos del pene, pues al reducir el flujo de sangre, la erección pierde firmeza. Tus niveles de colesterol en la sangre deben estar en menos de 150 puntos.
FUENTE: Men's Health